Imagina que.....eres el mejor del mundo porque has perfeccionado tus habilidades naturales hasta alcanzar el nivel de maestro.
Entonces todos desean tus servicios.
La gente debe esperar para recibir tus servicios.
Y te remunera generosamente porque lo que tú les das tiene una calidad incomparable.
Si das mucho recibes mucho.
Pero si no das nada te quedas pobre.
El pobre no da porque cree que no tiene nada para dar.
Entonces pide y piensa....
"Cuando tenga mucho daré mucho."
Pero por ahora soy pobre así que pido y pido.
Y mi argumento es que soy pobre y me deben ayudar.
Pero todavía no eres el mejor del mundo.
Frente a los ojos de los hombres no eres importante.
Pero en tus meditaciones puedes contemplar con gran nitidez y emoción la visión de tu maestría.
Si es real para ti.
Si asumes su realidad y te sientes maestro.
Tu maestría ya es una realidad.
En un nivel no manifestado, en el nivel de la mente, no visible para el ojo físico.
Por eso al asumir la realidad de tu visión.
Haces que las formas terminen por plasmar tu visión.
Entonces tu creas tu realidad.
Contemplando día y noche tu propia grandeza.
Tu propia abundancia.
Tu salud infinita.
Tu atracción inifinita.
Tu felicidad, tu pasión, tu entusiasmo, tu fe arrolladora.
Anda por la vida como si ya fueras todo esto.
Porque ya lo eres.
Y su manifestación es inevitable.
Entonces actúa con grandeza.
Haz las prácticas y pule tus habilidades.
Con la voluntad infinita que tienen las grandes almas.
Con la pasión propia de un Beethoven o un Miguel Angel Buonarroti.
La grandeza está en cada gota de agua, en cada átomo del universo.
Entonces haz que la grandeza se proyecte en cada una de tus acciones, palabras y pensamientos.
Porque si no lo haces en esta vida.
Lo tendrás que hacer en la siguiente.
Y volverás tantas veces como se requieran hasta que tengas éxito.
Como un estudiante que reprueba en los exámenes.
Y debe regresar en el próximo período para cumplir su destino.
-Martín Macedo-
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