La riqueza es una idea.
La pobreza es una idea.
Todo es una idea antes de manifestarse.
Una idea alimentada con la contemplación constante.
Sentida como real.
Asumida como algo vivo.
Termina por plasmarse.
La mente y el cuerpo trabajan juntos.
La mente en el mundo mental.
El cuerpo en el mundo material.
Ambos mundos coexisten y se interpenetran.
El rico piensa "soy rico, soy exitoso, tengo todo lo que deseo y consigo todo lo que me propongo".
El pobre piensa "soy pobre, necesito ayuda, no puedo salir adelante sin ayuda, no tengo fuerzas ni ánimo para mejorar mi vida".
Esos pensamientos coexisten con las actividades acordes con el tipo de mentalidad.
El rico se siente rico y hace las cosas que hacen los ricos.
El pobre se siente pobre y hace las cosas que hacen los pobres.
Las cosas están hechas de átomos.
Y los átomos están hechos de energía.
El universo está hecho de energía.
Y hay tanta que la mente no consigue imaginarlo.
La energía primordial se condensa y se vuelve cosa.
La condensación de la energía inteligente se produce cuando la mente que piensa forma una imagen.
La imagen es una forma.
No se ve pero es una forma.
Entonces para que esta forma sea más formal.
La escribo, la registro con palabras escritas y la nombro para darle vida.
Al igual que Dios creó el mundo con palabras.
Yo hablo y creo las formas.
Tu hablas y creas las formas.
Se trata de un arte, de una habilidad.
Que se perfecciona con la práctica.
El mejor apoyo para los pobres.
No es darles ropa, comida y vivienda.
Aunque temporalmente deban recibirlas.
Si logramos que comprendan su propia grandeza.
Su propia divinidad.
Su propio poder.
Entonces comprenderán que siempre han sido genios dormidos.
Y las experiencias dolorosas que han tenido.
Fueron parte de un proceso para este despertar.
Y así el genio ya no duerme.
Ahora ordena y el poder concede.
Y la fiesta será grande.
Porque otro gigante ha despertado.
-Martin Macedo-
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