Todo pensa-miento crea forma en algún nivel.
Afirma categóricamente UCDM.
Como todo el tiempo estamos pensando.
Todo el tiempo estamos creando.
Pensamos con imágenes.
Pensamos en colores.
Todo el tiempo, incluso durante el sueño.
Y cuando este cuerpo ya no pueda continuar funcionando.
Seguiremos pensando y seguiremos creando con todos los colores.
Si pudiéramos disciplinar la mente.
Si pudiéramos disciplinar los pensa-mientos.
Si pudiéramos disciplinar las imágenes que bullen en nuestra imaginación y aquietar las emociones que agitan nuestro corazón.
Podríamos ser emperadores de un gran imperio para nosotros solos.
Hay espacio infinito en el universo.
Hay tiempo infinito en la eternidad.
Para seguir entrenando.
Día y noche hasta aprender.
Que la meditación es más que una opción para personas espirituales.
Es el entrena-miento fundamental de la atención.
Que la nutrición de base vegetal es la más apropiada para conseguir la quietud perfecta de la respiración y del flujo de la conciencia.
Que el amor consiste en sentir a los otros como parte de nosotros mismos.
Que cuando elevo mi calidad espiritual creo un impulso hacia la elevación del nivel de conciencia de toda la humanidad.
Que aunque no me interesen los temas espirituales.
Sigo pensando sin cesar.
Creando sin cesar.
Construyendo formas sin cesar.
Y seguiré cosechando de mi propia siembra.
La dicha o la desgracia.
La debilidad o la fuerza.
La miseria o la opulencia.
Por ello aquieta tu mente.
Respira pausadamente.
Define tus objetivos en la vida.
Y comienza a pensar en la belleza, la fuerza, la riqueza y la felicidad infinitas.
Cada día, cada minuto y a cada momento.
Hasta que aprendas a enfocar tu atención.
Hasta que te encuentres súbitamente sentado en un trono.
Desde donde contemplarás las bellas praderas de tu magnífico imperio.
El más hermoso de los reinados.
Que has creado sin competir.
Sin disminuir la felicidad de nadie.
Porque has aumentado la belleza del universo.
Con el uso del poder de tu pensa-miento.
Llevando la plena atención a esas visiones que nos asemejan a los dioses
-Martin Macedo-
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