Recordemos un salto clave en la evolución de la Salud Mental moderna: No tienes ni Depresión ni Ansiedad, no, no tienes, haces.
Haces una y otra vez el loop que has memorizado acerca de quién eres, no es más que una adicción a ciertas características de tu rol, de tu imaginario papel vital, de una narrativa añeja que empequeñece lo que te debes a ti mism@, no es más que terror a brillar siendo quién viniste realmente a Ser.
No tienes síntomas, los haces, es más, probablemente hasta eres profundamente buen@ en ello.
Libérate de aquella adicción a apuntar con el dedo al pasado o a otros para justificar un presente nefasto, pues las riendas son tuyas, y la directriz de tu vida, y cada característica de ella, son un cúmulo de tus propias actitudes mentales y emocionales. Si anhelas ser libre de cadenas emocionales, otorga libertad a todos esos "culpables" que el ego pone en ese estrado imaginario dentro tuyo. Deja ya de beber ese veneno, vuélvete sereno y amoroso, cálido y amable, deja ir todo el resentir, ya sabes bien que no trae nada de bueno. Suelta de una vez ya el lastre.
Tus tendencias a la acción, tus rituales mentales y emocionales, son nada más, ni nada menos, que tu propia y absoluta responsabilidad. Aún cuando el rol que eligió tu ego, es proyectar esto en una triste y emotiva historia, que justifica como fueron o son malos contigo, y que por eso vives dopado con actitudes tóxicas, es una gran fantasía, y tu elección es renunciar a ella o no hacerlo. Inclusive a veces, el ego encubre esta tortura personal con ilusorias creencias de que ese sacrificio ridículo tiene en sí una alta nobleza. Te debes vivir san@, se lo debes al mundo y por sobre todo a ti mism@.
Uno elije, hacer felicidad o melancolía, júbilo o anhedonia, gratitud o resentimiento, responsabilidad de uno o ser una ficticia víctima de las circunstancias. Eres tú mism@, siempre lo fuiste y lo serás, el/la am@ de tu destino; el/la responsable de ejecutar tu plan maestro, o embriagarte en quejas que aburren al barrio.
¡Pero qué alivio!; no es magia negra, no es tu signo zodiacal, no es una infancia adolorida, no es una maldición egipcia, no es tu última relación amorosa, no son los malos tiempos, eres tú, sólo tú, y nada más que tú el responsable de administrar tu mundo interior y pintarlo del color que quieras. Tienes la opción de renunciar a esa decoración tenebrosa con la que has pintado al universo, tan sólo implica tirar a la basura las gafas de ver la vida como víctima.
Aún cuando, por supuesto tú elijes y no quisiera, mi querida alma amiga que fuera distinto a una vida plena de libertad íntegra, es mi deber trascendental recordarte lo que tú-espíritu eones atrás le pidió al mío:
"Alma hermana, alma gemela, ambos hermanos e hijos de la mente maestra, si se me llega a olvidar lo trascendental por favor recuérdame, sacúdeme con la verdad de ser necesario, pero a no dudar, ayúdame a despertar, por favor no te des por vencido conmigo y dime qué tan poderoso puedo ser despierto. Dime que el sendero soy yo mism@, que para ir hacia mi luz debo recordar que yo soy quién elije quién es en este viaje, y que el timón para decidir luz o tinieblas, siempre estuvo y estará dentro mío. Ayúdame a volver a amarme recordando juntos que Yo mism@ soy mi destino."
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