ENAMÓRATE DE TI Y LUEGO DE QUIEN QUIERAS
Amarnos parece ser algo tácito, y muchos de nosotros podemos afirmar que así es, sin embargo, muchísimas personas podemos no ser tan coherentes cuando de demostraciones de amor hacia nosotros mismos se trata.
Resulta que muchas veces nuestras acciones no están orientadas a ese amor que podemos sentirnos, o sencillamente ponemos como prioridades otros amores, lo cual nos puede hacer actuar en contra de lo que queremos, de lo que nos hace bien o sencillamente nos conviene.
Aprender a amarnos es crucial y ofrecernos esa fidelidad que nos resguardará toda la vida es muy importante para nuestra salud física, mental y emocional. Debemos valorarnos y respetarnos, debemos hacer valer nuestros derechos, considerando nuestras necesidades, considerando lo más apropiado para nosotros.
Este tipo de pensamientos a menudo puede confundirse con egoísmo o con egocentrismo, y no se trata de eso, no se trata de sentirnos el centro del mundo, o de hacer las cosas sin pensar en los demás, colocando nuestras necesidades por encima de quienes nos rodean. Se trata de que nuestras decisiones estén orientadas a procurarnos bien a nosotros, sin perjudicar a nadie más, que nuestras decisiones procuren nuestra felicidad, que sepamos decir que no, que aprendamos a darnos nuestro lugar, a respetarnos, a dedicarnos el tiempo que nos merecemos, a sentirnos cómodos en soledad.
Cuando somos capaces de amarnos a nosotros mismos, más allá de una palabra, podemos permitirles la entrada a nuestras vidas a personas que estén alineados con lo que nosotros sentimos por nosotros, personas que nos amen y nos respeten en concordancia con lo que nosotros irradiamos.
De qué nos sirve amar locamente a alguien si a nosotros mismos no podemos ofrecernos bienestar. Ningún amor hacia una persona, ninguno, debe superar el amor propio, del amor propio debe derivar todo lo demás… Y resulta que mientras más nos amamos, más nos aman, más nos quieren cerca, más nos valoran y nos respetan, nuestro entorno se vuelve más agradable y las oportunidades se abren mágicamente ante nosotros.
Aprendamos a escuchar nuestro cuerpo, aprendamos a cuidarnos, a cubrir nuestras necesidades, cada uno de nosotros es capaz de todo lo que se proponga, siempre y cuando nos conectemos a nosotros mismos, siempre y cuando mantengamos la mejor relación con nosotros mismos, que cuidemos y sanemos nuestro niño interno, que nuestra felicidad no dependa de ninguna persona externa a nosotros o de alguna situación, que sea nuestro estado interior, que sea nuestra conquista resultado del autoconocimiento, autovaloración y autoestima.
Nada te abrirá más caminos en el amor, que el amor propio, esto es como una bomba expansiva, así que enamórate de ti, de la vida y luego de quien quieras.
En la tranquilidad hay salud, como plenitud, dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad – Facundo Cabral
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