Lipton se centra en la investigación relacionada con una nueva ola médica. Esta es la de la reducción de fármacos en el cuidado del cuerpo y el medio ambiente. Y para evitar ese exceso de toxicidad, este doctor ha decidido enfocar sus caminos hacia la unión de espíritu y ciencia.
Así pues, Lipton se centra ahora en la explicación de las experiencias vivenciales, que tienen gran presencia en la expresión genética o fenotípica, lo que se ha conocido como epigenética. Y gracias a sus descubrimientos, ha demostrado que el medicamento en sí mismo puede causar más daño del que resuelve. Se debe a que la farmacología no se relaciona con la bioquímica orgánica. Es decir, que al tomar una pastilla, no solo afecta al problema en particular, si no a otros muchos órganos del cuerpo, a veces de forma secundaria, otra directa.
El trabajo de Lipton, arduo donde los haya, le lleva a correlacionar más de 50 trillones de células en un entorno donde la composición sanguínea puede cambiar el destino de cada célula. Es decir, que como explica el mismo doctor, si ponemos al ser humano en un entorno nocivo, puede enfermar, y esto mismo le sucede a la célula en entornos con exceso de fármacos.
No obstante, es importante que quede claro que Lipton no aboga por abandonar totalmente la toma de medicación. Simplemente lucha contra el consumo excesivo de una farmacología que así, en demasía, termina por ser muy nociva.
El funcionamiento de las células. Lipton considera que por muy sano que sea nuestro entorno, un exceso de química hará que nuestro organismo lo interprete con algo perjudicial. En consecuencia, la química resultante hará que nuestro cuerpo pueda enfermar.
Así pues, el científico considera que el exceso de química con está en estado armónico con la vida. Sin embargo, existen otras fórmulas que sí pueden ser más beneficiosas con el cuerpo humano, como sucede con el efecto placebo.
Puedes tomar una píldora de agua, que como tu mente considera que va a sanar tu cuerpo, finalmente se logra el efecto deseado. Es decir, han sido los pensamientos positivos y las creencias quienes han hecho todo el trabajo.
De este modo, Bruce Lipton se levanta contra el uso excesivo de medicación en el que a veces cae la medicina tradicional. Según el biólogo, la mayor parte de los médicos no conocen el funcionamiento real de las células
Por ello considera que los pensamientos pueden llegar a ser más poderosos que la química. Y por eso ha dado a conocer su nuevo descubrimiento como medicina cuántica. Ya que al pensar, transmitimos energía.
Así pues, y dado que la ciencia se comienza mucho a centrar en la física cuántica, más allá de la newtoniana, parece evidente que los nuevos canales de investigación avanzan en este sentido. Dejar de atiborrar al cuerpo de drogas para que sean los propios pensamientos y sistemas de creencias quienes aporten a la mejoría del campo energético.
Ahora, los nuevos campos de investigación cuánticos buscan una transmisión. Es decir, una señal que puede sanar al organismo, tal y como hacían tradicionalmente los chamanes. Sin embargo, como añade el mismo Lipton, como este hecho no es vendible, la medicina tradicional se sigue centrando en los campos farmacológicos. Pero para este biólogo, no cabe duda de que el camino está totalmente errado.
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