Siempre existió la curiosidad acerca de la reencarnación, se ha considerado que la vida es un hilo continuo, donde el nacimiento y la muerte son solo pasos que permiten transitar de un estado a otro. La promesa de los antiguos maestros fue la vida eterna.
¿Qué es lo que recrea nuestra vida? Es una vida física, los principios que defiende, sus actos o hay algo más sutil. Nuestros sentidos pueden engañarnos porque ni el tiempo ni el espacio nos muestran la absoluta verdad de las cosas.
Crees que este artículo que estás leyendo es real, pero hubo un tiempo que este artículo no existía y habrá un futuro en que desaparecerá, por eso lo único que perdura es la idea misma de “artículo”, ésta seguirá existiendo, todo lo material desaparece pero solo perdura la esencia misma de las cosas que permiten crear otras nuevas. Muchas de las páginas escritas por Nostradamus fueron quemadas, pero las ideas de esos escritos han perdurado en el tiempo.
Esta es la esencia misma de la vida eterna. Tu Yo Real es la idea que tienes de ti mismo, no es el Yo que ve la gente de tu alrededor; antes que existieras no existía el tiempo ni existirá cuando dejes de existir. Tu alma durante tu vida eterna viajará hacia la perfección y durante ese viaje sufrirá transformaciones permanentes, sin perder su propia esencia.
El cuerpo es solo el templo del alma, desde la antigüedad se busca que el alma encerrada en ese cuerpo llegue a esas transformaciones lo más cómoda posible, como en el caso de los antiguos Egipcios que enterraban a sus muertos con todos sus objetos personales, o que el alma pudiera elevarse sobre las cenizas como en el caso de los cuerpos que se quemaban en la India.
A lo largo del tiempo se han informado numerosos casos acerca de apariciones, conversaciones con espíritus, mensajes recibidos y hasta se ha experimentado contactos con vidas anteriores. Éstos hechos pueden ser rechazados por los más escépticos, pero cuando la medicina y las explicaciones científicas se chocan con la realidad no tienen más opción que aceptarlas.
Tal es el ejemplo de una niña de nueve años que comenzó a decirle a su madre que ella no era su hija y que su casa se encontraba en otro lugar. Esta niña fue asistida por psicólogos y médicos, luego de numerosas sesiones comprobaron que la niña se mantenía en sus dicho, por lo cual decidieron llevarla al lugar que decía ser su casa, cuando llegaron comprobaron que era el que había sido descrito por la niña, así como también el color, las cortinas, el piso de madera, el paisaje todo coincidía.
En la casa vivía un hombre que había perdido a su esposa, cuando la niña y ese hombre se reconocieron mutuamente no quedó la menor duda que esa niña era la reencarnación de su esposa fallecida. Había sido tan fuerte el amor de su alma que se sintió atraída a su vida anterior.
A veces observamos un talento innato a temprana edad, como es el caso de Mozart, que con cuatro años de edad dio su primer concierto, lo que nos lleva a considerar que es la reencarnación de varias vidas. Por esto podemos considerar que los talentos naturales que poseemos y sin que nadie nos haya enseñado, provienen de vidas anteriores a la actual reencarnación.
Los temores como las fobias se hallan implantadas en el alma y aparecen sin que sepamos de manera consciente de donde provienen, solo deberíamos despertar al subconsciente para que este nos recordara una encarnación pasada durante la cual surgió este temor o fobia.
¿Por qué son tan difíciles de superar los temores y las fobias?
Esto se debe a que estos temores pueden provenir de dos o tres vidas anteriores por lo cual están integrando los residuos del alma. Además con el fin de hallar una vida mejor el subconsciente comprime el tiempo, por ejemplo lo que pudo haber ocurrido en el transcurso de treinta o cuarenta años lo resume simbólicamente en un período corto, por lo cual cuando aflora por distintos estímulos se torna menos manejable y con reacciones desproporcionadas. Así también los traumas suelen ser tan dolorosos para el alma, que el propio individuo en la vida actual recurre a todos los medios inconscientemente para qué no surjan. Todos estos residuos del alma los evidenciamos cuando no encontramos respuestas a preguntas hechas sobre uno mismo.
La astrología kármica se encarga de dilucidar a que vinimos a este planeta en esta encarnación y cuál es nuestra misión en esta vida, de acuerdo a nuestro karma personal.
-Marco Fajardo-
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