martes, 15 de agosto de 2017

El Poder Infinito no requiere hacer sacrificios.

Se nos ha dicho una y otra vez.
Que nada se consigue sin esfuerzo.
Que nada llega sin trabajo duro y sostenido.
"No hay ganancia sin dolor" reza una frase inglesa.
Entonces se convierte en creencia.
Y cuando muchos lo creen.
Se convierte en Ley.
Se pueden alcanzar muchas cosas a través del esfuerzo.
Pero no es una ley absoluta.
Porque hay algunos que se esfuerzan mucho y consiguen poco.
Y otros que se esfuerzan poco y consiguen mucho.
Muchos jóvenes desean ser estrellas del deporte.
Se esfuerzan mucho pero unos pocos llegan.
O intentan triunfar en la música.
Y a pesar de su dedicación no consiguen tener éxito.
Muchos hacen grandes sacrificios para alcanzar el éxito económico y no lo consiguen.
Entonces lo atribuyen a la suerte.
El hemisferio izquierdo siempre quiere explicarlo todo desde la lógica.
Cuando era muy joven leía a veces a algunos autores del poder mental que sostenían abiertamente que no era necesario el esfuerzo para triunfar.
Y me enfurecía esa forma de razonar.
Me parecía que estaban engañando a sus lectores.
Ofreciendo caminos fáciles para aumentar las ventas de sus libros.
Pero hoy en día me he convencido de que por el camino del esfuerzo no se llega lejos.
¿Quién se esfuerza?
¿Dios se esfuerza?
¿Los genios se esfuerzan?
Sólo los hombres corrientes se esfuerzan.
Porque son limitados.
Seres temporales que deben ganar el pan con dolor.
Y así lo hemos creído gracias a las tradiciones religiosas.
Desde la perspectiva del yo físico el esfuerzo es necesario.
Pero desde la perspectiva del yo infinito, de la divinidad que somos, de la grandeza absoluta que corre por nuestras venas.
Somos pura inteligencia infinita.
No podemos dejar de serlo aunque lo neguemos.
Nuestro corazón continuará latiendo con voluntad y perfección infinitas aunque lo neguemos.
Una parte nuestra seguirá siendo infinita aunque la ignoremos.
Cuando vivimos nuestra vida desde ese lado.
No es necesario un gasto de fuerza.
Simplemente porque somos la misma fuerza infinita.
Y la fuerza infinita no se gasta ni se agota.
Sólo es necesario orientar la boca del cañón hacia el sitio donde se encuentra nuestro objetivo.
Y liberar una gran cantidad de poder creador tanto tiempo como sea necesario.
No hay prisa porque tenemos energía infinita y tiempo infinito.
Sólo hay que definir con absoluta claridad lo que deseamos.
Y orientar hacia allí toda la voluntad, toda la pasión y toda la atención con la convicción de que trabajamos junto a un poder ilimitado.
Entonces en vez de esfuerzo.
Habrá enfoque, voluntad y pasión.
Desde un lugar donde las grandes mentes.
Sólo visualizan las cosas eternas.
Las cosas más bellas.
Porque el Poder Infinito no necesita hacer sacrificios.
Porque obtiene todo instantáneamente.
Y lo celebra aunque temporalmente no lo vea en el mundo de las formas.
Porque comprende los procesos visibles e invisibles.


- Martín Macedo-

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