sábado, 5 de agosto de 2017

Hay millones de grandes ideas esperando por nosotros.

Tengo una gran idea.
Construyamos una gran escuela.
La mejor escuela del mundo.
Allí podremos curar a muchas personas.
Hay personas que buscan una buena idea para ganar un millón de dólares en poco tiempo.
Si encontramos una gran idea y creemos en ella.
Y ponemos nuestra voluntad infinita.
Con el tiempo la idea tomará forma y se convertirá en una bella realidad.
Si conseguimos que otras personas crean en nuestra idea.
La fuerza se multiplicará y el resultado llegará mucho más rápido.
Hay una historia japonesa muy bella.
Un monje llamado Ryokai que había tenido un pasado lleno de crímenes intentaba hallar paz interior.
Y buscaba la forma de purificar su alma atormentada.
Entonces tuvo una idea.
Una idea grandiosa.
Construir un túnel a través de la roca sólida para que los viajeros no cayeran al abismo desde un frágil puente colgante que se balanceaba peligrosamente entre las dos orillas de un río de montaña.
Consiguió un martillo y un pico.
Y comenzó a golpear con toda su voluntad la dura roca de la montaña para construir su túnel.
Él creía en su idea.
Por eso día y noche golpeaba la roca aunque no avanzaba casi nada.
Los lugareños pensaban que estaba loco y no creían en su proyecto.
Pero Ryokai persistió con su idea en mente y golpeaba día y noche sobre la roca desnuda de la montaña imponente.
Golpeó durante 10 años, 20 años, 30 años y avanzó unos pocos metros.
Pero finalmente los habitantes del lugar comenzaron a sentir admiración por Ryokai y su actitud cambió.
Creyeron en su idea.
Y comenzaron a trabajar centenares de personas y en 5 años el túnel se terminó.
Ese túnel existe hoy en día en Japón y ha salvado miles de vidas.
Así de poderosa es una idea.
Es sólo un paquete de información que flota en el Universo.
Construyamos una gran escuela de medicina natural.
Construyamos templos con salud de hierro.
Construyamos una vida feliz.
Construyamos una vida abundante.
Una gran idea es un regalo de un valor infinito.
Hay millones de grandes ideas esperando por nosotros.
Entonces no hay tiempo para lamentos.
Porque la maravilla está esperándonos.


-Martín Macedo-

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