jueves, 22 de agosto de 2019

El agua como agente de limpieza


Algunos expertos recomiendan 8 vasos de agua al día.
Otros hasta tres litros.
El agua es un gran agente de limpieza.
Lavamos nuestras casas con agua, nuestra ropa con agua y nuestro cabello con agua.
El agua se asocia a higiene y por ende a salud y belleza.
Por lo tanto hay una asociación inconsciente entre el agua corporal y la limpieza del medio interno.
El bautismo cristiano se hace con agua.
El agua limpia hasta nuestros pecados.
Entonces cuando comemos en demasía o ingerimos alimentos que sentimos que nos hacen daño sentimos el impulso de beber mucho para lavar nuestras faltas, para quitar los agentes tóxicos.
Y por ese motivo cuando la medicina nos recomienda beber bastante agua para prevenir la deshidratación durante el ejercicio, los días de calor o cuando hay fiebre nos resulta muy familiar y no dudamos en beber en abundancia.
Pero este es un mundo dual.
Si alguien te recomienda beber mucho, el Orden del Universo pondrá a alguien que te recomendará beber poco.
Y la gente se siente desorientada y se pregunta dónde está la verdad.
Ohsawa nos recomienda beber poco para lograr una sangre más concentrada en nutrición, ya que la nutrición de las células y los órganos depende de la nutrición de la sangre.
Si la sangre está diluida, perderá su poder nutritivo y así las curas serán más lentas y difíciles.
Un cuerpo hiper hidratado se enfriará muy fácilmente porque el exceso de líquidos reproduce la temperatura del ambiente.
Las personas con sobrepeso sufren más el calor porque su gran cantidad de agua corporal se calienta con el aire atmosférico.
Y también se enfriará en invierno y sufrirá más el frío.
La naturaleza busca simplificar.
El bebé recibe el agua y el alimento en las concentraciones perfectas en la leche materna.
La salud del bebé dependerá de la calidad de la leche materna y ésta dependerá de la sabiduría de la madre para nutrirse.
Los pingüinos y otras aves marinas obtienen el agua de los peces que comen.
Y los mismos peces no beben agua dulce, la obtienen en las concentraciones perfectas de su alimentación.
Nosotros tenemos ese parecer.
Si el alimento tiene suficiente calidad tendrá incorporada el agua en las cantidades correctas así como la tiene la leche del bebé.
Y las cantidades de agua que habrá que agregar serán mínimas.
Si hay una sed excesiva será porque hay que mejorar la forma de cocinar.
Cuanto más imperfecta la forma de nutrición y las técnicas culinarias más necesidad habrá de hacer correcciones ingiriendo agua adicional.
Eso complica todo el proceso.
Y hace difícil crear una sangre de alta calidad.
Rica, poderosa y concentrada.
Y así nuestra vida también será rica , poderosa y concentrada.
Y la cantidad correcta se hallará intuitivamente, como lo hacen todos los seres vivientes que beben agua para conectarse a la vida infinita.

.Martín Macedo-

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