Tao significa "principio", "origen". Es la causa sin causa, principio y fin de todo lo manifestado, presente en todas las religiones y filosofías trascendentales.
¿CÓMO COMUNICAR LA EXPERIENCIA NO DUAL DE LA REALIDAD?
La comunicación verbal o lingüística es la transmisión o restricción de información mediante imágenes, símbolos o ideas.
Pero la realidad no dual no es una imagen, no es un mapa, sino el territorio.
Por ello los taoístas insisten en que «quien sabe no habla y quien habla no sabe»
Para lograr comunicar la experiencia de la realidad no dual con la mayor precisión que el medio lingüístico permite emplearemos dos tipos de elaboraciones simbólicas que pueden ser utilizadas [ya sea juntas o por separado]
- el primer tipo de elaboración simbólica es lineal, unidimensional, analítico y habitualmente lógico; la podemos encontrar en las publicaciones científicas, en tratados jurídicos y en la mayoría de las obras filosóficas, donde se enlaza una colección de símbolos meticulosamente definidos, uno tras otro, en una «línea», de acuerdo con la sintaxis peculiar del sistema
-el segundo tipo básico de elaboración simbólica es el que solemos denominar «imaginativo», carece de lógica, pero suele encerrar un significado; se trata de una elaboración simbólica pictórica y multidimensional, que se halla en el corazón de la expresión artística, de los mitos, la poesía, los sueños y la imaginación
Ambos tipos de elaboración simbólica pueden utilizarse para expresar parcialmente la realidad, pero ninguno de ellos logra abarcarla por completo.
Como diría el Zen, son como dedos que apuntan a la luna. El problema, como siempre, estriba en no confundir el dedo con la propia luna
Estos dos tipos de elaboración simbólica pueden utilizarse [juntos o por separado] a través de tres caminos para apuntar a la Mente:
-analógico
-negativo
-preceptivo
** El analógico, describe la realidad en términos de como aparenta ser.
Se sirve de cualidades positivas y finitas que sugieren o apuntan hacia lo absoluto. Entre dichas cualidades se suele incluirla omnipotencia, la omnipresencia, la omnisciencia, el ser infinito, la suprema bienaventuranza, la sabiduría y el amor insuperados, la conciencia infinita, etcétera.
Este camino analógico es muy común en casi todas las formas religiosas populares, pero especialmente en el cristianismo, en ciertas formas de tantra como el Vajrayana y en el hinduismo.
** El negativo, describe la realidad de una forma enteramente negativa, esto no representa en modo alguno un nihilismo exacerbado, sino el simple reconocimiento de que, tarde o temprano, tendremos que dejar de contemplar sólo los mapas si lo que deseamos ver directamente es el territorio.
En el Vedanta esto se expresa con la frase «neti, neti», lo absoluto «no es eso ni aquello» ni ninguna idea o cosa en particular, sino la «realidad subyacente».
La vía que santo Tomás llamó negativa, san Dionisio la denominó apofántica y relacionó dicha vía con la escultura, ya que sólo eliminando todas las obstrucciones se llega al «producto acabado».
En el budismo Mahayana, especialmente en el Madhayamika y sus ramificaciones, la realidad no dual recibe el nombre de Sunyata, «Vacío», lo que no significa una nada en blanco y sin característica alguna, sino la comprensión de que uno no puede afirmar nada directamente acerca de lo absoluto, sin caer en el círculo vicioso que le obliga a uno a afirmar sobre afirmaciones sobre afirmaciones sobre... ¿qué? La realidad es el vacío porque está desprovista de elaboración conceptual.
Estas dos formas, la analógica y la negativa, por útiles que puedan ser, no pasan, como tantos charloteos, de ser intentos vanos de definir o analizar una realidad que «no se somete a análisis ni codificación».
** Así pues, por consiguiente, el tercer camino el preceptivo:
- es una invitación en forma de conjunto de reglas experimentales para descubrir la realidad por uno mismo.
Este tercer camino preceptivo constituye el corazón del hinduismo, el budismo y el taoísmo, y está también presente en los aspectos místicos del islamismo, el cristianismo y el judaísmo.
En el hinduismo como en el budismo, el término utilizado para la Verdad absoluta, dharma, significa «camino», por lo que cuando se dice que la realidad es el dharma de Buda, quiere decir el camino de Buda, es decir su directriz para alcanzar la realidad o, lo que es lo mismo, para alcanzar el modo no dual de conocer.
La Verdad absoluta, dharma, en cuanto a su posibilidad de describirla con palabras, debe consistir siempre en un conjunto de instrucciones encaminadas a despertar el modo no dual de conocer y por consiguiente a experimentar directamente la realidad.
Resumiendo:
A través de estos tres caminos, el analógico, el negativo y el preceptivo, se sugiere cómo es la realidad no dual, lo que no es y lo que podemos hacer para alcanzarla. Sin embargo, ninguno de ellos dice lo que es, ya que una afirmación directa y positiva sobre la realidad no dual en su conjunto debe ser necesariamente autocontradictoria o carente de significado.
Así pues, con la utilización de estos tres caminos podemos «señalar la luna», pero teniendo en cuenta que digamos lo que digamos será necesariamente algo distorsionado y que lo que se pretende no es una demostración, sino una realidad para ser íntimamente experimentada.
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