La vida infinita es una y está en todos los seres.
La vida infinita nos conecta a todos y nos convierte en seres poderosos .
Solamente la ilusión creada por el ego que fragmenta nuestro ser nos separa de la divinidad, del poder infinito y de la inteligencia infinita.
La inteligencia infinita está en todos los seres.
Está en los virus, que son invencibles.
Está en los insectos que aunque los matemos mil millones de veces regresan renovados y más fuertes.
Está en nuestro enemigo que aunque intentemos exterminar con las armas más potentes resurge desde el vacío con nuevos bríos al mejor estilo Terminator.
Por esa razón es tan inútil la guerra.
Cualquier tipo de guerra; guerra contra los insectos, guerra contra los virus, guerra contra otras naciones.
Porque estaremos en guerra contra la inteligencia infinita.
Y nunca la podremos vencer definitivamente.....ella encontrará la forma de regresar más fuerte y habilidosa.
La guerra es inútil.
Si un país desea bombardear a otro tarde o temprano encontrará la forma de hacerlo aunque esté en inferioridad de condiciones materiales o financieras.
Porque la inteligencia infinita está en los dos bandos de la guerra.
Lo mejor es no darle motivos para que se enfurezca y desee tirarme bombas.
La paz surge en la mente, al comprender que la vida infinita está en el amigo y en el enemigo.
Y la inteligencia debería estar al servicio de encontrar formas y caminos para que todos seamos felices.
Porque eso es algo que la inteligencia infinita puede hacer.
Si ambas partes desean realmente hacerlo.
-Martín Macedo-
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