sábado, 8 de mayo de 2021

Querer es poder

 TAOÍSMO...

¿QUERER ES PODER?
“El dicho “querer es poder” constituye la superstición del hombre moderno. No obstante, para mantener su creencia, el hombre contemporáneo paga el precio de una notable falta de introspección. Está ciego para el hecho que, con todo su racionalismo y eficiencia, está poseído por “poderes” que están fuera de su dominio. No han desaparecido del todo, sus dioses y demonios; solamente han adoptado nuevos nombres. Ellos le mantienen en el curso de su vida sin descanso, con vagas aprensiones, complicaciones psicológicas, insaciable sed de píldoras, alcohol, tabaco, comida, y sobre todo, un amplio despliegue de neurosis”. [Carl Jung]
El Yin y el Yang en el taoísmo
Cuando hablamos de la teoría del Yin y el Yang no nos referimos a una teoría científica, sino a un marco de pensamiento relacionado con la tradición de la filosofía china de hace varios miles de años.
¿Cómo explicar que en las mismas cosas parezcan existir a la vez el cambio y la permanencia?
Lao Tsé recurrió a la idea de la dualidad y de los cambios cíclicos para explicarlo. Para él, todo lo que existe y lo que podemos ver contiene dos estados entre los que se establece un equilibrio: el día y la noche, la luz y la oscuridad, etc.
Estos elementos no son exactamente opuestos y su razón de ser no es acabar con el otro, sino que más bien son complementarios, ya que el uno no puede existir sin el otro.
El sabio chino diría con las palabras del I Ching que cuando *** yang *** ha alcanzado su fuerza más poderosa, nace en él la oscura fuerza de *** yin ***, pues al mediodía comienza la noche y yang sucumbe y se transforma en yin.
Por ejemplo, se observa como un exitoso hombre de negocios que alcanzó todo lo que quería, sin importarle el cómo, y que en la cima de su éxito se retira de su actividad, cae en poco tiempo en una neurosis que lo transforma en un rezongón crónico, cae postrado y así sucumbe definitivamente.
Aquí, aparecen todos los elementos, incluso la transformación de lo masculino en lo femenino.
Hoy en día se observan gran cantidad de casos similares, de individuos que exageran unilateralmente el punto de vista consciente [lo racional, objetivo] y la correspondiente reacción de *** yin *** de lo inconsciente [lo irracional, subjetivo]; constituyen gran parte de la práctica psiquiátrica y psicoterapéutica en nuestro tiempo que sobreestima el poder de la voluntad consciente [« ¡Querer es poder!»].
¡Ojo!
No se trata de quitar el gran valor del poder de la voluntad consciente.
La consciencia y la voluntad seguirán siendo consideradas, en la misma medida, las más altas adquisiciones culturales de la humanidad.
Pero ¿de qué sirve un poder de voluntad que destruye al hombre?
Así pues, la armonía consiste en asegurarse de que el Yin [lo inconsciente] y el Yang [lo consciente] se mantengan en equilibrio perfecto; lo interior y lo exterior en armonía.
Lograr una armonía entre el querer y el poder me parece ser mucho más que el poder de la voluntad.
Moral à tout prix [a toda costa]: ¿un signo de la barbarie? En general, me parece mejor la sabiduría.
HoruSol

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