Me preguntan si el aceite de coco mata a los virus.
Se realizaron estudios por parte del gobierno filipino y también del gobierno de la India y las investigaciones sugieren que el ácido láurico reduce la carga viral.
Este ácido abunda en el aceite de coco.
La persona que me consulta está en cuarentena porque su pareja dio positivo para covid y el ministerio de sanidad obliga al núcleo familiar a mantener un aislamiento ya que quien convive con un positivo está también infectado, aunque es sólo una presunción porque ella dio negativo en el mismo test.
Ella dio negativo pero se presume que está infectada aunque no tenga síntomas.
Entonces me pregunta si el aceite de coco puede matar al virus.
Y yo le respondí que posiblemente si, porque los virus son organismos muy simples y dependen de parasitar a las células para continuar su proceso vital.
Cambiando la química de la célula podemos controlar al virus.
Porque el virus necesita un ambiente para existir y si cambiamos el ambiente cambiamos al virus.
Lo activamos o lo inhibimos.
Pero ella quiere matar virus.
Porque les teme, los considera algo desafortunado, un accidente indeseable.
Podemos matar al virus pero para matar al virus debemos matar al paciente.
Eso es lo que hace la oncología; en su pasión por matar células malignas termina por matar al sistema inmune, a la médula ósea y se deprimen las tres series de la sangre (roja, blanca y plaquetaria).
Ese el alto precio de andar por la vida matando y matando.
Todas las enseñanzas espirituales insisten en no matarás.
Pero si andamos por la vida matando bacterias, matando virus, matando células anormales, matando hongos, matando bichos, matando arañas, matando mosquitos estamos reforzando la idea de que estamos separados del resto de la vida infinita que se multiplica sin cesar y con un poder incontenible.
Algo poderoso pasa allá afuera y me está atacando.
Entonces voy a buscar algo para defenderme.
El aceite de coco es un gran negocio ya que ha cobrado fama por sus cualidades sanadoras contra varias enfermedades y los fabricantes han llenado las góndolas de casi todos los supermercados y tiendas de alimentos naturales del mundo.
La vida infinita es una y quien pretende matar a cualquier expresión de la vida infinita está luchando contra el infinito y está destinado a perder.
A perder eternamente.
Además al luchar contra el infinito está luchando contra sí mismo porque no hay separación entre tú y yo, entre el virus y tú, entre el mosquito y tú.
Nosotros no andamos matando virus.
Nos enfocamos en afirmar nuestra vida infinita, aumentando la vitalidad de nuestras células, de nuestra sangre poderosa, de nuestro sistema inmunológico que es una gran fuerza de la naturaleza.
Y si el sistema inmune considera que hay que matar algunas bacterias o virus, el sistema inmune lo hará.
Y no el aceite de coco.
O el ácido láurico.
O el té de graviola.
-Martín Macedo-
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