El Programa Mayeutik Coaching es un proceso de coaching grupal con el que aprenderás los fundamentos esenciales de la mayéutica de Sócrates a través de tu propia experiencia de transformación personal.
Muchas gracias por dedicar unos minutos a leer las líneas que siguen. Lo primero que quiero decirte es que he creado este programa porque hace muchos años que los alumnos del máster me lo pedían. Especialmente aquellos que como consecuencia de su viaje de autoconocimiento han descubierto que han nacido para acompañar profesionalmente otras personas en sus procesos de cambio, reinvención y transformación personal. Finalmente, después de salir de la universidad y montar mi propio instituto, he decidido hacerles caso, diseñando una formación concreta y específica, a imagen y semejanza de lo que con tanta pasión me reclamaban.
No en vano, estamos inmersos en la Era del Conocimiento. La sabiduría se está democratizando. Cada vez más ciudadanos están tomando consciencia de que en estos momentos de la historia es fundamental cambiar de actitud y de mentalidad para adaptarse y prosperar a las imparables e irreversibles transformaciones que está experimentando la sociedad en general y el mercado laboral en particular. Y dado que ninguno de nosotros hemos recibido educación emocional, espiritual, emprendedora y financiera, no nos queda más remedio que aprenderlo por nuestra cuenta. Prueba de ello es que el coaching se haya puesto de moda. Y que, como era de esperar, también se haya convertido en un negocio lleno de oportunistas.
Pero, ¿en qué consiste exactamente el coaching? Se trata de un proceso de acompañamiento profesional que promueve nuestro autoconocimiento y desarrollo personal. Y parte de la premisa de que todos los seres humanos somos mucho más de lo que creemos ser: todos albergamos en nuestro interior una serie de cualidades, habilidades, talentos, fortalezas y competencias que podemos entrenar para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. De ahí que la función del coach –que en inglés significa “entrenador personal”– sea hacer de puente entre la persona que somos y la que podemos llegar a ser.
Lo cierto es que esta figura profesional apareció en la década de los ochenta del pasado siglo para asesorar y desarrollar jugadores de tenis más maduros emocionalmente. El experto norteamericano en entrenamiento deportivo, Timothy Gallwell, descubrió que la calidad técnica de los tenistas de élite era básicamente la misma y que, en última instancia, su éxito en la pista dependía de “la calidad psíquica o mental”, que este especialista denominó “juego interno”.
Esta teoría enseguida fue extrapolada al ámbito de la empresa por sir John Whitmore, pionero en la práctica del coaching ejecutivo. En este caso, el objetivo es promover que los directivos se conozcan y comprendan mejor, aprendiendo a ser dueños de su mente y de sus pensamientos. Esta introspección guiada de la mano del coach puede generar un profundo cambio en la manera de verse y liderarse a sí mismos, así como de ver y liderar a sus colaboradores, creando culturas organizacionales más humanas, eficientes y sostenibles.
Así, el filósofo griego Sócrates (470 – 399 a. C.), con su método mayéutico, fue el primer gran coach que ha pasado a la posteridad. Su filosofía era simple; su impacto, muy profundo. Se dedicaba a hacer las preguntas pertinentes en el momento oportuno, permitiendo que su interlocutor descubriera la respuesta que estaba buscando por sí mismo. De ahí que el coaching sea el arte de escuchar empáticamente, hacer preguntas transformadoras y dar un feedback adecuado, de manera que las personas sepan detectar y solucionar sus conflictos emocionales y problemas existenciales de forma constructiva, autónoma y responsable.
Dado que esta herramienta psicológica se ha venido distorsionado durante los últimos años, se conocen algunos casos en los que se llama coaching a “algo” que no tiene nada que ver con esta metodología. Sobre todo porque el “coach” de turno no se ha formado debidamente ni conoce la ética ni la deontología del coaching. Y es que esta disciplina profesional sólo funciona cuando el cliente lo pide de forma voluntaria, no cuando le es impuesto desde afuera. Y no sólo eso. Si el coach no se ha transformado a sí mismo primero, su espejo no estará lo suficientemente limpio para que sus coachees se vean a sí mismos reflejados nítidamente.
Es decir, que antes de “trabajar” sobre los demás, primero se ha de haber “trabajado” sobre uno mismo. Para ser coach no basta con adquirir conocimiento: es necesario encarnar lo que se sabe. Si no hay coherencia entre la teoría y la práctica es que todavía no se comprende la información que se conoce. Por tanto, lo que se ha logrado con uno mismo –es decir, lo que se manifiesta en la propia vida– es lo único que se puede ofrecer y transmitir a los demás. En última instancia, es una cuestión de puro sentido común: ¿cómo vamos a acompañar a otras personas para que aprendan a resolver sus problemas si no hemos sido capaces de solucionar los nuestros en primer lugar?
Fruto de mi investigación empírica, me di cuenta de que lo que marcaba la diferencia no era la herramienta del coaching, sino quién la empleaba. Enseguida verifiqué que cuanto más profundo había sido el viaje personal realizado por el coach en cuestión, mayor era su arte y su pericia a la hora de practicar esta metodología. Más allá de sus títulos y credenciales, lo fundamental era su propia experiencia de autoconocimiento y transformación personal.
No en vano, los fundamentos del coaching son muy simples. Eso sí, ponerlos en práctica resulta algo más complicado, pues requieren de mucha sabiduría. Como cualquier otro arte, no puede enseñarse. Tan solo pueden crearse las condiciones pedagógicas para que los alumnos interioricen dichos principios esenciales a través de la práctica y el entrenamiento. El mayor reto es que cada coach encuentre su propia voz, descubriendo así su forma única de practicarlo.
Y eso es precisamente lo que vas a obtener si finalmente decides realizar este programa. La metodología pedagógica del programa Mayeutik Coaching® sigue la misma filosofía que el Máster en Desarrollo Personal y Liderazgo®: aprender a través de una experiencia transformadora. Por medio de un macro proceso de coaching individual y grupal, vas a interiorizar los fundamentos esenciales de la mayéutica del filósofo griego Sócrates, sin aditivos, florituras y adornos de ningún tipo. A lo largo de este proceso de aprendizaje vas a aprender a mantener conversaciones profundamente transformadoras, tanto contigo mismo como con el resto de tus compañeros de viaje.
Y no solo eso. En vez de debatirte entre gozar de una experiencia de calidad u obtener una credencial académica, inscribiéndote a este programa puedas disfrutar de ambas. Y además, hacerlo sin necesidad de invertir tanto tiempo o dinero como en otros programas del gremio. En este sentido, una vez concluyas el Programa Mayeutik Coaching® podrás certificarte a través de la International Coaching Federation (ICF) -la asocación más prestigiosa a nivel mundial en estos momentos-, siempre y cuando cumplas con los requisitos que aparecen en nuestra web. Por nuestra parte, solo vamos a ponerte facilidades para que puedas conseguirla.
Si has seguido leyendo hasta aquí, te animo a que leas todo nuestro programa con detenimiento, escepticismo y pensamiento crítico, verificando si es la formación que más te conviene para alcanzar tus objetivos personales y lograr tus metas profesionales. Y no lo dudes, más allá de dejarte aconsejar por tu cabeza, haz caso a tu corazón. Él sabe mejor que nadie lo que necesitas para convertirte en la persona y en el profesional que puedes llegar a ser.
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