El sentido del miedo

 

CONFÍA

 

EL MIEDO ES EL ASESINO DE LA CONFIANZA,

SI CONFÍAS NO TEMES…

 El miedo se siente indudablemente real, pero sólo es una cortina de humo creada por nuestro ego.

 El miedo es nuestro ego “taladrando” la escucha en el momento que se siente e imaginas peligro con la firme intención de que creas todo lo que te dice, esa es su meta e intención.

 Por el contrario, requerimos saber que la función del miedo es recordarnos que hay mucho trabajo por hacer con nosotros mismos.

Y en consecuencia a partir de este trabajo y la  clara decisión de atravesar el/los miedos la fuente de todas las cosas maravillosas nos apoyarán.  

 Es momento de reconocer esta realidad, ir a tocar la puerta del miedo y cruzar su umbral.

 Del otro lado del umbral nos conectaremos con lo mejor de nosotros mismos y expandiremos nuestro Ser hacia territorios impensados.

 “AFRONTARÉ MI MIEDO, PERMITIRÉ QUE TRANSITE SOBRE MÍ Y CUANDO TRANSITE, GIRARÉ MI OJO INTERIOR PARA ESCRUTAR SU CAMINO”...

...“ALLÁ DONDE HAYA TRANSITADO EL MIEDO, YA NO HABRÁ NADA… SOLO ESTARÉ YO…”

 

Según la visión actual, el miedo es el peor enemigo de los seres humanos.

Según muchos profesionales y especialistas de la mente y conciencia humana y referentes espirituales nuestro mejor aliado.

Cuando sentimos inseguridad o duda ante un evento –real o imaginario- y por la escasa información que nos entregan nuestros sentidos poco desarrollados tendemos a completar la información parcial entregada, imaginándonos y proyectando lo que sale desde nuestro interior –que por lo general son supuestos e ideas falsas- a nuestro entorno o situación en la que estamos viviendo.

Existe una sola forma de proyectar de manera efectiva -cuando nuestros sentidos nos engañan- y es enfrentando y atravesando con decisión nuestros miedos. Lo que no significa perder la precaución o respeto a una situación, sino simplemente, no paralizarse o estancarse, sino avanzar. Todo lo que fluye o se mueve tiene vida y genera vida.

Vencer obstáculos es nuestra especialidad, toda persona que está en la Tierra es un especialista en atravesar y transformar obstáculos a su favor,  algunos con mayor facilidad que otros, pero eso sólo depende del proceso evolutivo y el nivel de conciencia de cada ser humano. Los miedos representan nuestros mayores obstáculos, he ahí nuestro desafío y nuestra gran oportunidad.

Los humanos poseemos generalmente miedo a los cambios de situaciones, a los cambios de ambiente, a conocer nuevas personas y a conocer el interior de nuestro ser. Generalmente cuando nuestros sentidos se ven sobrepasados y nuestra intuición está poco desarrollada, llega el miedo. Conocer nuestro interior y el equilibrio de nuestro ser es nuestro mejor instrumento ante el miedo.

Cuando los miedos son incontrolables es efectivo solicitar apoyo ya que la experiencia indica que muchas veces es complejo hacerlo solo. Hay muchas formas y técnicas para abordar e identificar y afrontar los miedos que muchas veces se transforman en fobias o en barreras, en limitaciones u obstáculos para nuestro desarrollo y expansión.

Estos miedos muchas veces poseen un origen en hechos traumáticos generados en nuestra niñez, que son retenidos en la memoria del inconsciente. Otras veces los reflejos automáticos de miedo provienen de situaciones provocadas desde otras vidas pasadas, como se ha comprobado y argumentado por destacados psicólogos y terapeutas. También de experiencias dolorosas o frustrantes en el ámbito familiar, profesional o empresarial. La cultura del miedo se instala en la sociedad, muchas veces generando un instrumento de control social, a través de los medios de comunicación.

En cualquier circunstancia que se haya generado el miedo es una señal contundente que registra nuestro cuerpo a través de nuestros órganos sensitivos que nos indica que del otro lado del miedo hay un resultado de integridad, un resultado de LUZ, un resultado que nos va a sumar a nuestra vida, obviamente solamente si estamos dispuestos a atravesarlo y dispuestos a asumir los costos emocionales correspondientes.

DC