¿Qué nos separa de la grandeza?
Sólo un pensamiento.
En el mundo de la dualidad no se puede ser ambas cosas a la vez.
O eres grande o eres pequeño.
Vives en una casa pequeña o en una casa grande.
Tú decides en qué casa vas a vivir.
Tú decides si vas a ser grande o pequeño.
Si piensas que eres grande entonces eres grande.
Si piensas que vales poco entonces vales poco.
No es difícil.
Sólo es un pensamiento.
Pero vivimos en una cultura que sobredimensiona la acción y le quita importancia al pensamiento.
Y la verdad es fascinante.
Porque somos grandes.
Inmensos e infinitos.
Creados por el poder infinito, gestados por el amor infinito.
Y aún así muchos piensan que son débiles y pobres.
Porque te conviertes en aquello que piensas que eres.
Aun siendo grande eliges pensar que no lo eres.
Aun teniendo la voluntad infinita eliges pensar que no tienes voluntad para hacer las cosas que quieres hacer.
Está bien experimentar la dualidad, todos los contrastes.
Pero llegó la hora de brillar.
Piensa en tus objetivos porque te convertirás en ellos.
Porque detrás de todas las formas está el pensamiento de esas formas.
Y tú puedes cambiar a la velocidad del pensamiento.
Y comenzar a celebrar ahora mismo.
-Martín Macedo-
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