Resultados es la consecuencia de quien estoy siendo, de mi pasión evidenciada en mi compromiso e intención de no "necesitar" (es una preferencia) el resultado. La pasión gatilla el compromiso y la intención.
NO
OBSESIONARSE POR EL RESULTADO
La pasión es la llama que nos lleva a expresar quienes realmente somos
y la que sostiene al COMPROMISO que asumimos y a nuestra INTENCIÓN para generar
lo que realmente es importante para nosotros.
Nunca niegues la PASIÓN, pues eso
equivale a negar Quien Eres y Quien Quieres Realmente SER. No necesitar y no
obsesionarse por el RESULTADO nunca supone negar la PASIÓN y por ende el COMPROMISO ni la
INTENCIÓN; supone simplemente no preocuparse por los resultados (en este caso
“inyectamos miedo”).
La pasión es amor por el hacer. El hacer es el Ser experimentado. Pero
¿qué es lo que se crea a menudo como parte del hacer?:
“NECESIDADES”
Vivir
tu vida sin necesidades, sin expectativas -
sin la necesidad de obtener unos resultados determinados -: eso es la libertad. Eso es la santidad. Eso es VIVIR.
¿Te
preocupas por los resultados?. Para
generar resultados Tu foco va a estar puesto en la
creación, no en sus consecuencias. Nos referimos a una decisión de
negar la ¨necesidad¨ de obtener un determinado resultado y no de renunciar al
resultado. Hay una gran diferencia. TENLO PRESENTE Y RECUÉRDALO:
“La pasión es el amor convertido
en acción”
El ser es él más alto estado de la existencia, su esencia más pura. Sin
embargo, nunca ha sido suficiente para nosotros simplemente Ser. Siempre hemos
suspirado por experimentar Quienes Somos y ello está reflejado en nuestro
hacer.
En el fondo de nuestro maravilloso SER, somos ese aspecto de la
divinidad llamado amor.
Una cosa es SER amor y otra muy distinta HACER un acto de amor. El alma
anhela hacer algo de lo que es, con el fin de conocerse a sí misma en su propia
experiencia. Por tal motivo pretende realizar su más alta idea por medio de la
acción.
Este impulso a actuar es lo que se llama PASIÓN. Mata la pasión y
matarás tus resultados, te matarás a ti. La pasión es tu SER, tu ALMA que
quiere manifestarse.
La diferencia entre cómo lo vive nuestra Alma, nuestro SER y cómo lo
vive el ser humano que no está conectado con su SER es que, una vez hace ese
acto de amor ya se ha realizado y no necesita
nada más.
El Ser Humano, por su parte, a menudo siente que “necesita” un
beneficio a cambio de su inversión. Si amamos a alguien, estupendo; pero mejor
si también somos amados... y cosas por el estilo.
Eso no es PASIÓN, ni AMOR. Eso son expectativas y “necesidades”. He aquí la principal fuente de la
infelicidad humana.
Eso es lo que separa al hombre de su SER. La
renuncia a la “necesidad” y a las expectativas,
aspira a poner fin a dicha separación por medio de la experiencia que algunos
místicos orientales han llamado samadhi. Es decir, la unidad y unión con nuestro SER y entonces con Dios; la
fusión con y en la divinidad.
La renuncia por lo tanto, a la renuncia a los resultados; pero nunca jamás renuncia a la
pasión. En realidad, un Maestro sabe intuitivamente que la pasión es el
camino; es la vía de la auto-realización.
Incluso en una perspectiva terrenal se puede afirmar con bastante
exactitud que, si no sentimos pasión por
nada, no estamos viviendo, estamos sobreviviendo, yendo por caminos que nos
conecten con EL CAMINO.
No existen los caminos equivocados, puesto que en este viaje por algo
vamos a donde vamos. Es simplemente una cuestión de velocidad, sencillamente
una cuestión de cuándo llegarás; pero también eso es una ilusión, ya que no
existe el “cuándo”, como tampoco existen el “antes” o el “después”. Solo existe el ahora; un eterno
momento del siempre en el que te experimentas a ti mismo.
El punto está en observar quiénes y quién estamos siendo, qué estamos
haciendo y teniendo y mirar a ver si eso nos funciona. El sentido de nuestra
vida no es ir a un lugar, es darse cuenta de que ya estamos allí y siempre
hemos estado. Estamos constantemente y para siempre, en un momento de creación
pura. El sentido de la vida es, pues, crearnos a nosotros mismos para despertar
a quien verdaderamente somos y entonces, ganarnos el experimentarlo.
La
vida no tiene nada de espantoso si no nos preocupamos por los resultados, si no
los “necesitamos”...
Si
somos quienes requerimos SER y hacemos lo que requiera de nosotros con la
pasión que nos impulsa a ir por aquello que es importante para nosotros, por
consecuencia vamos a obtener el RESULTADO perfecto, de acuerdo a lo que
generamos.
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