El 20% de la humanidad tiene su presión arterial fuera de control.
El 50% de las personas de más de 50 años de edad son hipertensas.
El corazón está fuera de control en 1.4 mil millones de seres humanos tanto hombres como mujeres, tanto orientales como occidentales.
Y la ciencia no sabe la causa.
Lo denomina "hipertensión esencial", lo que quiere decir que no sabe la causa.
Lo único que la ciencia puede hacer es un control artificial mientras los científicos estudian día y noche para buscar una cura.
Cuando Pasteur buscó una cura para la rabia la encontró en unos pocos meses de intensos y apasionados esfuerzos.
Pasteur quería encontrar la cura y la encontró.
Porque Pasteur tenía un objetivo y lo buscó con suficiente intensidad hasta que halló la solución.
Pero desde hace décadas la ciencia "busca" una cura para la hipertensión y no la encuentra.
Miles de grandes cerebros buscando una cura durante mucho tiempo y no consiguen encontrarla.
¿Cómo pudo un sólo hombre solucionar un gran problema en algunos meses?
Porque verdaderamente quería encontrar esa cura.
Pero la ciencia no desea verdaderamente curar la hipertensión.
Porque la llamada "ciencia" está controlada por intereses económicos que se verían perjudicados si se encuentra la cura.
Las arterias se endurecen por una nutrición demasiado yang.
Es decir, demasiada proteína de origen animal.
Excepto el pescado magro que es yin.
Pero un yin extremo (expansión) también puede subirla en forma brusca, como las bebidas cola, el mate, el café y algunos medicamentos, siempre y cuando las arterias estén previamente dañadas por rigidez en sus paredes.
El extremo yin dilata las arterias y genera unos globos muy frágiles llamados aneurismas.
Éstos pueden explotar cuando la presión sube bruscamente.
La presión puede subir en un esfuerzo físico intenso, por un gran impacto emocional, por estrés o por frío.
Yin y yang siempre estarán ahí aunque la ciencia no desee estudiarlas.
Nosotros estudiamos yin y yang porque son las fuerzas que todo lo crean y todo lo destruyen.
Creamos un control bio-fisiológico mediante el arte culinario.
Entonces nuestra cocina se convierte en nuestra medicina.
Nuestra comida es nuestro placer, nuestra fuerza, nuestra felicidad y nuestra salud.
Pero la mayor parte de las personas aún no entiende que su hipertensión "esencial" es causada y sostenida por lo que eligen comer cada día.
La hipertensión es auto provocada.
Auto sostenida.
Y sólo puede ser curada por el auto control de esa boca ávida que está más ansiosa por el bocado que se viene, que por el que está masticando ahora.
-Martín Macedo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario