miércoles, 21 de febrero de 2018

Las amenazas externas no son las responsables de nuestra infelicidad


Recientemente en Montevideo han recomendado a la población que no tome baños de mar durante unos días debido a la presencia de una “bacteria asesina” en el agua de mar.
Se utilizan los medios de comunicación para sembrar el miedo colectivo a las bacterias.
Entonces es natural querer hacer la guerra al enemigo.
Pero la salud no se alcanza desde una postura de conflicto con otras formas de vida.
La salud es fundirse en la gran vida, en la gran inteligencia, en la gran maravilla de la creación.
Las bacterias no son asesinas, los tiburones no son asesinos ni tampoco las serpientes.
Son expresiones de la vida infinita y tienen tanto derecho como nosotros a vivir y a desarrollarse.
También buscan la felicidad y la prosperidad como nosotros.
Pero en nombre de la higiene y la medicina fomentan el miedo y la agresión hacia formas de vida microscópicas que hacen lo mismo que nosotros: intentan vivir felices en el mismo planeta donde estamos todos juntos.
Muchos le temen al virus del sida. 
Cuando este miedo comienza a atenuarse, comienza la campaña para sembrar el miedo al virus del HPV.
Luego el ebola, el dengue, la fiebre amarilla.
Este tipo de postura existencial nos aleja más y más de la solución porque crea la sensación de que algo externo a nosotros es responsable de nuestra infelicidad.
Responsabilizamos al sol del cáncer de piel.
Al HPV de las verrugas genitales.
Al helicobacter pylori de la gastritis crónica.
Es como si un equipo de fútbol que está último en la tabla de posiciones responsabilizara de su pobre desempeño a los grandes equipos que contratan a los mejores del mundo.
“ Cuando Messi se jubile entonces podremos trepar en la tabla”.
Entonces algunos hinchas van a rezar para que Messi se lesione o se fracture para que pase una larga temporada en el hospital.
Cuando responsabilizamos a factores externos tendemos a buscar la forma de destruir esos factores que supuestamente nos perjudican.
Entonces hay gente que me escribe a ver si con la macrobiótica pueden quitar al virus del hpv de su cuerpo.
Y yo les explico que la solución no está en erradicar a ningún virus sino en fortalecer su sistema inmune mediante una buena nutrición y estilos de vida saludables.
Los animo a crear una salud poderosa donde todos los microbios conviven armoniosamente sin poner en peligro la existencia de ninguna especie.
Las amenazas externas no son las responsables de nuestra infelicidad.
Tratar de destruirlas no soluciona nada.
Al contrario empeora las cosas.
Porque vamos a seguir sintiéndonos como víctimas.
Y al atacar al vlrus o a la bacteria o al desear que cierto deportista se enferme o fracture, lo único que conseguimos es fortalecer a la bacteria o convertir al deportista en un héroe lo que lo va a llevar a niveles mayores de popularidad y éxito.
Creamos bacterias super resistentes.
Y un mundo atemorizado que está dispuesto a pagar cualquier suma para “asegurar” su bienestar.
La única forma de cambiar esta situación, es elevando el nivel de conciencia de las personas una a una mediante la educación y un número suficiente de grandes líderes de la nueva conciencia.
Maestros que no le teman a las bacterias ni al cáncer.
Porque gracias al enemigo y sólo a través de él, podemos crear la fuerza y la salud infinitas.

-Martín Macedo-

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