1. GENERO UN OBSTÁCULO.
Tu amigo se enfurece contigo.
2.
TE
DAS CUENTA QUE TU REACCIÓN ES EL VERDADERO
ENEMIGO.
Tus senti-mientos de estar molesto, enfadado y
dolido son tus verdaderos enemigos, no
tu amigo.
3.APAGAS
TU SISTEMA REACTIVO Y DEJAS QUE LA LUZ ENTRE
EN TI.
Deja marchar todas tus reacciones
emocionales. En lugar de gritarle, asimílalo todo. Aunque sientas que tu amigo
está equivocado, deja que tu amigo se
exprese.
Lo que importa aquí no es quién tiene la razón y quién está equivocado. Lo que importa es tu decisión de no reaccionar.
4.EXPRESAS
TU NATURALEZA PROACTIVA.
Ahora estás en contacto con la realidad consciente. Las emociones que ahora sentirás
y tus próximas acciones provendrán de la fuerza e impacto de la
integridad, automáticamente aparecerán emociones y formas de ser proactivas.
Notarás un sorprendente rediseño que
suma en la situación externa a la que te estabas enfrentando. Tu amigo
responderá de un modo que nunca creías posible, o súbitamente aparecerá alguna
información esclarecedora con respecto a la relación entre ambos.
Detenerme por miedo
Muy a menudo nuestra atención
está enfocada en las circunstancias externas. Alguien a quien amamos nos hiere,
un negocio no funciona, no estamos de acuerdo con la opinión de alguien, una
persona nos insulta o un colega obtiene el ascenso que nosotros creemos nos merecíamos. Los eventos externos
provocan reacciones en nosotros durante todo el día. En lugar de reaccionar,
aplica la fórmula. Verás cómo se producen verdaderos milagros.
5. EVITAR EL DOLOR:
Atravesar el dolor, cura, purifica, limpia el alma.
Ej. La Catarsis es uno de los más efectivos
¨remedios¨ en función de lo que a
posterior genera en el ser humano y
cuando no la atravesamos, se convierte en sufri-miento y eso duele realmente, enferma….
El sufri-miento es elegir aferrarse al dolor y no ser la causa para atravesarlo y sanar.
6. CHISMORREO/JUZGAR
El chismorreo lastima a los
demás, pero dime, ¿cómo nos lastima a nosotros mismos?
Aparte de la naturaleza
obviamente hiriente del chismorreo, del que lastima a las personas de las
cuales se está chismeando, estamos
causando un daño irreversible a nosotros mismos, de dos maneras:
EL PRIMERO
Cuando chismorreamos sobre otra
persona, toda la Luz espiritual, la energía que obtenemos de nuestras acciones
amables, influencias de Luz, generosidad, conexión con Luz, etc., se transfiere
inmediatamente a la persona acerca de la cual estamos chismeando.
En otras palabras, podemos hablar
de quien queramos, pero el precio que pagamos es la retribución que obtenemos
por nuestro diligente trabajo espiritual. Es casi como una bonificación que
hacemos a la persona de la cual estamos hablando.
Es irónico, ¿verdad? Si te encuentras trabajando duramente en un nivel espiritual pero sientes que obtienes pocos resultados, puede ser que te hace falta comprobar cuál es el grado de tu chismorreo.
No estamos diciendo que sea la única explicación para no sentirte vigorizado en este camino, pero es un factor importante.
Es irónico, ¿verdad? Si te encuentras trabajando duramente en un nivel espiritual pero sientes que obtienes pocos resultados, puede ser que te hace falta comprobar cuál es el grado de tu chismorreo.
No estamos diciendo que sea la única explicación para no sentirte vigorizado en este camino, pero es un factor importante.
EL SEGUNDO
Es
un peligro más sutil. Si estás chismorreando sobre otras personas, las estás
juzgando.
Y todo el juicio que les
dirigimos regresa a nosotros. No hay forma de huir de eso. No hay ningún juicio
que pueda venir a nosotros que nosotros no hayamos dirigido antes a otras
personas.
De la misma forma, si te
encuentras siendo juzgado y no comprendes por qué, pregúntate a quién y cuánto
has estado juzgando. La conclusión final es que tendemos a infravalorar el
poder de nuestras palabras. Lo que sacamos hacia fuera regresa a nosotros y sin
domicilio del remitente.
Controla tu lengua. Piensa dos
veces antes de hablar.
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