martes, 23 de enero de 2018

Técnica 1 DAR: el poder de la caridad verdadera

DA HASTA QUE TE DUELA!!!, el "quid" de la cuestión.

Si das y no duele, es el Yo del 1 por ciento el que está dando.

A las personas del 1 por ciento les encanta dar: les encanta obtener el respeto, los elogios y el honor que reciben en el proceso. Las cenas de homenaje, los galardones, las placas e incluso los pabellones de los hospitales que llevan el nombre del donante, son trampas asociadas con las personas caritativas del 1 por ciento.


Aún con toda la generosidad que conllevan, esta clase de actos no crea milagros; solamente redistribuye la riqueza material y causa la admiración y envidia de sus colegas, semejantes y enemigos.

Es la VERDADERA CARIDAD la que tiene el poder de eliminar el juicio y la muerte. Rediseña tu vida radicalmente, pero requiere "DOLER". Y mucho. Requiere ser transformadora. Requerimos elevarnos por encima de nuestra naturaleza instintiva natural, que incluye la preocupación, la duda y el miedo. Cuando lo hacemos, el universo responde en igual medida.

CARIDAD ANÓNIMA:

La caridad anónima es la forma más poderosa de DAR. Si otras personas saben que das, puedes estar seguro de que tu Yo del 1 por ciento obtendrá placer en ese acto, lo cual debilitará el poder de un potencial milagro. Por el contrario, si tu Yo del 1 por ciento no experimentara placer alguno, tu Yo del 99 por ciento se encuentra libre para recibir el 100% de Luz y satisfacción y esto significa la habilidad para producir los milagros que tanto deseas.

CUANDO EL MIEDO Y LA DUDA SON TUS ALIADOS:

Practicar la CARIDAD VERDADERA es uno de los factores claves para realizar milagros por ti mismo, pero no creas ciegamente ni fanáticamente en esto: PRUÉBALO TÚ MISMO PARA COMPROBARLO, VIVÉNCIALO…

Y recuerda: si antes de dar no estuvieras asustado, aterrorizado y consumido por la duda, no podrías restringirte a estas emociones y por lo tanto, no podrías atraer un milagro después de haber dado. Que no sea el miedo y la duda lo que defina tus acciones o tu retroceso. Esta es una señal de que tu milagro te está esperando para hacerse realidad.

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