viernes, 12 de enero de 2018

No se puede separar la mente del cuerpo.


"Cuando tu cuerpo, tu ego y tus sueños hayan desaparecido, sabrás que eres eterno. 

Tal vez pienses que esto se logra con la muerte, pero con la muerte no se logra nada porque la muerte no es nada". Son palabras de un UCDM.


Un libro extraordinario escrito por una mente brillante.
Un libro muy poderoso porque tiene el poder de liberar muchos miedos al insistir en casi todas sus numerosas páginas que somos seres eternos creados por una sabiduría infinita y sólo debemos despertar del largo sueño de la separación.
Parece perfecto, su redacción es impecable, no hay faltas gramaticales.
Parece escrito por Dios.
Pero he descubierto su talón de Aquiles.
La debilidad de UCDM está en creer que la mente es la vida y que el cuerpo es un error, un engaño para que vivamos en la prisión de identificarnos con Él y así olvidar nuestra divinidad.
Entonces los seguidores de este texto no cuidan su cuerpo ni lo que comen porque el cuerpo es sólo una trampa de ego.
Porque la salud que cuenta es la salud de la mente y de las emociones.
Corrigiendo el pensa-miento erróneo y creando coherencia con las emociones y actos, y ya está.....
La cura está ahí.
Entonces sus seguidores comen carne, toman helados y todo lo que desean.
Mientras leen las máximas diariamente y el manual de ejercicios.
Su autora murió a los 71 años de cáncer de páncreas.
Es un libro maravilloso.
Lleva al lector poco a poco a tomar conciencia de su grandeza y linaje.
Este es el gran aporte que UCDM tiene para hacer al mundo.
Y cada vez que lo leo le agradezco a quienes hicieron posible que estas palabras estén impresas para expandir la conciencia.
Según mi parecer lo denso y lo sutil son igualmente sagrados.
El cuerpo es una proyección de la mente y de las creencias más arraigadas.
Pero mejorando la calidad de la sangre mediante la nutrición y un programa de acondiciona-miento físico.
El pensa-miento se aclara y las emociones se estabilizan.
No se puede separar la mente del cuerpo.
Ni el cuerpo de la mente.
Ni considerar a la mente como superior al cuerpo.
Esta creencia lleva a menospreciar la nutrición y la actividad física.
Llevando a un estado extremadamente yin.
Que termina en una muerte prematura.
O en una profunda debilidad física.

- Martín Macedo-

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