lunes, 22 de enero de 2018

El secreto de la eterna juventud


Leonardo da Vinci (1452-1519) nos regala el secreto de la eterna juventud.
Si tus arterias son jóvenes tú eres joven.
Leonardo es considerado un genio universal.
Un experto en anatomía humana.
Examinó los cuerpos y la calidad de los corazones y los vasos sanguíneos. 
Y llegó a la conclusión de que la vejez en realidad es la vejez de las arterias, venas y vasos conductores de la sangre.
Arterias rígidas, hipertensas son arterias viejas.
Arterias flexibles, elásticas son arterias jóvenes.
Leonardo enseguida se dio cuenta que la dieta era lo que avejentaba y endurecía las arterias.
Y como fue un gran genio, adoptó el vegetarianismo para gozar de arterias flexibles.
Hoy la ciencia ha determinado que tenemos 100.000 km de vasos sanguíneos, siendo el 90% vasos capilares, muy pequeños como un cabello.
Así la sangre y los nutrientes llegan a todas las células.
Cincuenta trillones de células altamente inteligentes dependen de estos finos capilares para su supervivencia.
Somos 80% de agua.
El agua de nuestro cuerpo no es agua destilada.
Tiene sustancias disueltas o solutos.
Forma una especie de caldo.
Y de la composición de este caldo depende la salud de cada célula.
El agua lleva información, porque el agua es altamente sensible, altamente inteligente.
El agua ingresa cada día con las ingestas sólidas y líquidas.
El desafío para esta agua sagrada es llegar a todas las células en tiempo y forma.
Y para ello depende de la calidad de los ductos, finos ductos que se extienden por miles de km para llegar a todos los tejidos.
Los alimentos extremadamente yang (animales de carne roja) y sus subproductos se van depositando en la capa muscular de los vasos y en su revestimiento interno (endotelio).
La sangre altamente cargada de proteína densa y colesterol junto con calcio no asimilable la ponen viscosa favoreciendo los coágulos y los accidentes vasculares.
El azúcar y otros dulces refinados forman grasa circulante que aumentan la densidad.
Leonardo lo comprendió muy claro mientras disecaba clandestinamente los cuerpo de los hombres.
Un león vive unos 15 años.
Un elefante unos 60 años y en algunos casos hasta 90.
Un hombre que come mucha proteína animal envejece prematuramente sus vasos sanguíneos y acorta su expectativa de vida.
Un hombre que come poca proteína animal y mucha proteína vegetal se mantiene joven por más tiempo y disfruta de más salud.
Por esa razón los japoneses tienen los índices de longevidad más altos del mundo, ya que su ingesta de proteína es básicamente vegetal y cuando toman fuentes animales toman pescado que tiene una grasa insaturada.
Los asiáticos son también apasionados por la cultura física.
Entonces tienen sus arterias mucho más jóvenes que sus hermanos occidentales que hacen todo lo posible para taparlas con hábitos casi suicidas ya que ingieren proteína y grasa animal en todas sus comidas en forma de carnes o lácteos.
Y esto se debe a que en occidente no se sabe obtener la energía yang de fuentes vegetales y por eso cuando intentan dejar la carne y los lácteos se sienten débiles y desanimados.
Porque si no hay suficiente importación de alimento yang en el plato es imposible sostenerse de pie porque el corazón no tiene fuerzas para bombear.
Entonces el estudio de yin y yang comienza desde el primer día en los cursos regulares de medicina oriental.
Porque es el estudio más importante de la vida.
Porque es la nutrición que conduce a la salud absoluta.

- Martín Macedo-

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