jueves, 28 de abril de 2022

Vivimos en un universo mental

 Vivimos en un universo mental.

Por eso la mente antecede a la forma.
Nos interesamos en las formas pero nos olvidamos de la mente.
Queremos tener hermosas experiencias pero sin tomar en cuenta que éstas surgen desde la mente.
Y nos pasamos la vida tratando de forzar la salud, forzar la felicidad, forzar el amor, forzar el éxito y la alegría.
Todo forzado, todo como una lucha.
La lucha política, la lucha contra el cáncer, la lucha contra las bacterias, la lucha contra la contaminación del medio ambiente.
Nos convertimos en activistas; en personas que toman acción porque sienten que no pueden quedarse sin hacer nada.
¿Qué hay que hacer?
Es la gran pregunta.
¿Qué hay que hacer para curarse?
¿Qué hay que hacer para encontrar pareja?
¿Qué hay que hacer para conseguir un buen empleo?
Mil millones de personas se hacen estas preguntas todos los días y no hallan las respuestas...y siguen buscando y buscando.
Pero la respuesta está en esta simple verdad: "todo es mente".
Buscas la cura en los remedios, buscas la pareja en una reunión social, buscas empleo en los avisos clasificados.
Pero allí no está ni la pareja, ni el empleo, ni los remedios que compraste parecen funcionar.
Porque buscas en el lugar equivocado.
Las formas que buscas no están en el mundo de las formas.
La forma es un resultado, un resultado que otra persona creó desde el mundo de la mente.
Es allí donde debemos buscar.
Todo lo que es, antes fue...dicen los maestros.
Todo lo que es, antes fue un pensamiento.
El pensamiento crea la forma, la imaginación crea la forma, la creencia crea la forma.
La fruta que deseas no está en el mercado agrícola.
Tal vez sea parecida pero no es tu fruta porque tú no la plantaste.
No tienes paciencia.....no puedes esperar....no quieres correr riesgos.
Como el ladrón que toma la forma sin importar el proceso y sin pérdidas de tiempo.
Lo quiero ahora, lo quiero ya...no quiero filosofar.
Soy demasiado yang, demasiado concreto, demasiado práctico, no tengo paciencia para estas cosas.
Las culturas más avanzadas siempre enseñaron a venerar ese mundo infinito porque allí está toda la belleza, toda la salud y todos los bienes que deseamos.
Pero quien no cultiva la mente, busca entre las formas ya existentes lo que desea, como los hurgadores buscan en un gran basural.
Busca ansiosamente y teme quedarse pobre, enfermo y solo.
Sin saberlo está sembrando esos sentimientos, esas imágenes de carencia en la gran mente que todo lo crea.
La mente indisciplinada crea desde allí lo que más teme.
Por eso nuestras enfermedades, nuestra infelicidad, nuestra pobreza de cualquier tipo es simplemente nuestra creación.
Y como no nos gusta el resultado, más nos enojamos y más negatividad proyectamos en nuestra mente subconsciente.
Ese es el resultado catastrófico de una educación formal (que se dedica a las formas).
Pero nosotros podemos comenzar hoy a sembrar las semillas de la salud infinita en la gran matriz que a todo le da forma.
No será fácil porque hemos llenado nuestra cabeza con malezas y plantas venenosas durante muchos años, tal vez durante varias vidas.
Pero lo importante es hoy.
Hoy he comprendido.
La tarea es monumental, pero estoy feliz porque he hallado el camino hacia la maestría de mi propia mente.
Todo maestro comienza como un bebé que gatea y dice ba ba ba.
Paso a paso progresaremos.
Y algún día podremos crear la felicidad infinita y la salud infinita.
Y la abundancia de todos los bienes imaginables.
También hay abundancia de males, pero éstos han sido creadas por mentes sin gobierno, sin sabiduría.
Es hora de salir del infierno.
Finalmente llegó la hora.

-Martín Macedo-

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