En relación al texto de Ohsawa que publiqué ayer, en el que el maestro recoge arroz de la basura y lo transforma en conferencias, hay un significado profundo.
Se trata del significado de la transmutación.
Toda moneda tiene dos caras, una es yin y la otra es yang.
No podría ser de otra forma y nuestra filosofía es la filosofía de las transmutaciones.
Ahí está su belleza profunda.
También se enseña este principio en el budismo zen.
La túnica del Roshi, del maestro más avanzado se debe hacer con los retazos de trapos viejos y descartados en la basura.
Así para construir la túnica del gran maestro, el que está más alto en la evolución espiritual del budismo, se deben emplear trapos sucios y descartados como inservibles.
Se lavan bien y se cosen cuidadosamente hasta completar el vestido que el Roshi usa durante la práctica de la meditación con los estudiantes.
Ohsawa lo llama la utilidad de la inutilidad.
Es una genialidad, pues toma lo inútil, lo que el mundo descarta y lo convierte en lo más valioso, lo más precioso, lo más hermoso.
La misma tierra lo hace; recibe los cuerpos muertos de los animales, los excrementos, la orina y los recicla.
Y los convierte en hermosas flores, en magníficos árboles frutales que dan frutos dulces y deliciosos.
Nosotros debemos adquirir esa habilidad.
El océano hace lo mismo; recoge los deshechos de las grandes ciudades y crea corales, peces, moluscos y una vida marina infinitamente bella y llena de salud.
Nosotros debemos aprender esta habilidad y así crear la salud infinita.
Porque no podemos crear la salud infinita desde la salud misma.
También es una transmutación.
Todas nuestras enfermedades, todas nuestras angustias, todos nuestros miedos, todos los obstáculos y todos los dolores los ponemos en una especie de compostera que los convierte en la mejor tierra de cultivo.
La vida misma lo enseña.
Los más ricos y más acaudalados empezaron desde el nivel más humilde y usaron su experiencia con la pobreza como motor para alimentar su deseo por riquezas.
Y los más enfermos, los más débiles, los más dañados por malas prácticas sanitarias deberán crear la mayor fuerza, la mayor sabiduría y la mayor vitalidad.
Por esa razón Ohsawa tomó lo peor del campamento y lo convirtió en la perla del campamento.
Para que nosotros hagamos lo mismo y tomemos las pruebas y problemas de cada día y los empleemos en construir la mayor felicidad.
Así el último se convierte en el primero, siempre será así.
La desventaja se convierte en la mayor ventaja.
Pero quien no comprende ve su desventaja como una piedra en el camino y trata de removerla.
De la misma forma en que muchos médicos buscan la salud removiendo vísceras enfermas.
Lo único que consiguen es más debilidad y más enfermedad.
Y así ha sido durante siglos.
Y así seguirá hasta que se comprenda esta poderosa Ley de las Transmutaciones.
-Martín Macedo-
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