No es necesario esforzarse.
Es más, es nocivo y puede generar una demora innecesaria.
Pensemos en un hueso que se ha roto.
No es necesario ningún esfuerzo.
Sólo alinear los trozos para que la inteligencia infinita haga el trabajo.
Si nos esforzamos intentando soldar los fragmentos lo único que vamos a lograr es destruir el trabajo de esta inteligencia.
Como cuando alguien planta una semilla y todos los días la desentierra para asegurarse de que todo vaya bien.
Somos demasiado yang, por tantas generaciones de abuso de proteína animal.
Estamos programados para hacer, hacer......el que no hace nada es un vago, un perezoso, un holgazán.
Los médicos también....deben hacer, deben intervenir, porque si no hacen nada, si se quedan inactivos serán castigados por omisión de asistencia.
Para curar una enfermedad no hay que hacer ningún esfuerzo.
La inteligencia infinita hará el trabajo.
O la mente subconsciente o la sabiduría infinita según se prefiera denominarla.
La misma inteligencia que creó el cuerpo sabe cómo repararlo, de la misma forma que el ingeniero que diseñó un puente sabe cómo repararlo porque él lo creó.
No hay que esforzarse en absoluto.
Sólo darle una buena nutrición y confiar en su habilidad infinita para sanarse.
Deja de agredir al cuerpo con basura industrial.
Deja de contaminarlo con drogas, con tantos fármacos, con tantas emociones tóxicas.
Hay gente que considera que comer en forma saludable es un gran esfuerzo.
Debo dejar esto, debo dejar aquello, debo cocinar, debo ir a comprar.
Eso lo consideran un esfuerzo.
¿Tratarnos bien es un esfuerzo? ¿Respetar nuestro cuerpo es un esfuerzo?
¿Respetar a la madre es un esfuerzo?
¿Respetar al esposo es un esfuerzo?
Se emplean mal las palabras para sabotear el proceso curativo.
Ohsawa decía: " ni no estáis bien comed sólo arroz integral y masticad bien".
No se trata de un esfuerzo sino de elegir tratarnos bien.
Luego de un tiempo la mente subconsciente hace los ajustes, limpia los tóxicos y restablece el equilibrio energético y químico.
Pero debe haber paz en la mente.
Sin embargo, en la educación médica nos entrenan a no confiar en la evolución natural....porque si no hacemos nada la enfermedad nos matará.
Pero lo que mata no es la enfermedad sino la continuidad de los malos hábitos que siguen ensuciando y contaminando.
Dejar el mal trato no es ningún esfuerzo.
Llamar esfuerzo a una conducta sabia y de amor al cuerpo es usar mal el lenguaje.
Un lenguaje tramposo cuyo propósito es que no abandonemos el estilo de vida auto complaciente que nos ha enfermado.
En realidad no se quieren dejar los malos hábitos.
Y llaman esfuerzo al cambio de orientación.
El bajo juicio tiene como meta la gratificación de los sentidos.
Y no se detendrá hasta la muerte.
Sólo un juicio más elevado puede vencer al juicio sensorio.
Sólo una educación médica que busque la felicidad colectiva puede elevar el juicio de la gente.
Pero la medicina actual no educa porque así se asegura el triunfo del juicio sensorio - sentimental.
Su público son como niños asustados que están dispuestos a todo con tal de escapar de los síntomas.
Una humanidad incurable, una humanidad que no piensa, una humanidad que sólo reacciona emocionalmente frente a lo que le atemoriza.
Los niños deben tomar alimentos para niños.
Pero si los adultos siguen tomando una alimentación infantil nunca madurarán ni serán sabios.
Porque la sabiduría se come.
Y la ignorancia también se come.
Y aumenta con la edad, porque tiene un efecto acumulativo.
-Martín Macedo-
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