domingo, 24 de abril de 2022

Sólo hay dos caminos: el Orden y el Desorden.

 El Orden del Universo es absoluto y abarca hasta los mínimos detalles.

Así hay un Orden de la alimentación, un Orden en la familia, un Orden en los astros y un Orden en las corrientes oceánicas.
La más alta sabiduría consiste en estudiar el Orden, comprender el Orden y vivir según éste para alcanzar una vida magnífica ya que la vida infinita nos habitará e impulsará hacia el logro de nuestro sueño personal.
Pero si vivimos al revés, despreciamos el Orden tradicional por seguir teorías más atractivas vamos a crear desorden, conflictos y enfermedades.
Pero eso no está mal, porque en el mundo relativo orden y desorden deben existir y alternarse como se alternan estaciones fías y calientes, temporadas secas y temporadas de lluvias.
La macrobiótica estudia y enseña el Orden del Universo y también el Orden de la alimentación.
Quien no estudia no comprende, no entiende nada y sólo coquetea con los alimentos naturales.
La influencia de los maestros de la macrobiótica desde la década de los años 1950 ha impulsado fuertemente el consumo de cereales y otros alimentos tradicionales.
Pero toda acción es seguida por una reacción.
Ahora hay muchos expertos que desaconsejan los cereales, argumentando que producen una proliferación de hongos, parásitos y fenómenos inflamatorios que enferman a las personas.
Nuestro sueño de un mundo más saludable e inteligente gracias a una mayor conciencia del uso del cereal como centro del Orden de la alimentación se está frenando debido a este tipo de reacciones.
Su habilidad es tan grande que incluso antiguos macrobióticos (que no estudian y por lo tanto no comprenden este Orden) dejan los cereales porque han creído en los argumentos de que el gluten, los hongos y las inflamaciones digestivas son todas consecuencias negativas de los cereales.
Si quitamos los cereales se genera un vacío, un faltante de yang que sólo puede ser llenado por otros alimentos yang.
Por lo tanto los médicos y expertos que recomiendan dejar los cereales aconsejan consumir carne, pollo, pescado y algunos lácteos junto con frutas y verduras bajas en carbohidratos.
Esa es la dieta científicamente validada, esa es su versión del Orden.
La inteligencia infinita tiene muchos disfraces y estos expertos que parecen sinceros y deseosos de a salud de las personas son en realidad agentes que trabajan (sin saberlo) para el retroceso espiritual de la humanidad.
Cambian la base de cereal (Orden tradicional, Orden del alimento) por una base de proteína animal que pone al ser humano en la misma categoría que los leones, leopardos y otros carnívoros.
La evolución espiritual queda detenida en los bajos juicios sensorio - sentimental y esas personas destruyen su salud porque están luchando contra el Orden del Universo.
Obviamente que perderán la pulseada.
Nadie puede vencer al Orden del Universo.
Crearán un caos biológico y fisiológico porque el hambre los obligará a usar proteínas en cantidad para lograr un precario equilibrio yin - yang.
Finalmente sus sistemas circulatorios se bloquearán por la dureza de las grasas y proteínas densas de origen animal.
Y tendrán antojos incontenibles por yin extremo que los llevará a oscilar bruscamente sus hábitos buscando un equilibrio imposible porque tienen prohibidos los hidratos de carbono.
Se crea así un infierno biológico y psicológico.
Una experiencia que es necesaria porque el camino evolutivo debe pasar por todas las experiencias para madurar, como una semilla bajo tierra pasa por las diferentes estaciones hasta que logra madurar y dar fruto.
Sólo hay dos caminos: el Orden y el Desorden.
Y ambos son muy emocionantes.

-Martín Macedo-

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