Cuando nos miramos al espejo hay un lado que vemos (visible) y otro lado que no vemos (la espalda).
Nunca nos vemos la espalda a no ser con la ayuda de un espejo o de un observador que nos ayude.
Nos podemos ver el ombligo todo el tiempo pero hay partes que nunca podemos ver con el ojo desnudo.
Es decir que yin y yang (visible e invisible) siempre están juntos, en todas partes y en todos los niveles.
En la luna hay una cara que vemos y otra que no podemos ver, que se conoce como el lado oculto de la luna.
Otra vez yin y yang.
Es fascinante porque siempre están juntos.
Entonces la pobreza y la riqueza están juntas en nosotros.
La sabiduría y la necedad también están juntas en nosotros.
La salud y la enfermedad también están conviviendo en nuestro cuerpo.
Por eso en realidad la salud infinita no puede estar aislada de la salud temporal, finita y pasajera.
La salud infinita no niega la salud finita.
Nuestro club de la salud infinita no niega la salud finita, simplemente nos invita a tomar conciencia de aquella y traerla a nuestra vida para estar junto a ella al menos algunas horas cada día.
No se trata de estar 100% del tiempo en modo salud infinita.
Lo mismo se puede decir de la felicidad...si decimos que alguien es feliz significa que una porción de su día experimenta la felicidad pero también tendrá momentos dolorosos o de desaliento.
Pero aún así decimos....."él es un hombre feliz"....
La mente es igual, hay una parte visible (conciencia ) y una parte invisible (subconsciente).
Es difícil percibir la mente subconsciente, pero podemos ver sus efectos.
Y sin embargo a pesar de estar oculta por un halo de misterio es necesario saber que ella siempre ha estado allí como nuestra sombra para servirnos, para darnos todo lo que necesitamos, todo lo que queremos.
Por eso cuando aprendamos a conocerla y aprendamos a comunicarnos con ella se convierte en una fuente de riquezas.
La mayor parte de la gente recurre intuitivamente a la ayuda de esta dimensión tan poderosa de la mente mediante la oración.
Pero si no nos enseñan a orar correctamente nuestra oración no funcionará y llegaremos a conclusiones falaces como que Dios no existe o que Dios no tiene la voluntad de darnos lo que le pedimos.
Sin embargo esta mente subconsciente es amorosa y siempre está allí como una madre que observa a su pequeño y está atenta a sus mínimos deseos para complacerlo inmediatamente.
Si supiéramos que esta parte de nuestra mente es infinita y todopoderosa no podríamos dejar de sentir una profunda emoción y un desbordante entusiasmo.
Porque se trata de acceder a un poder ilimitado que nos otorga todo lo que deseamos.
La salud, la felicidad, el amor, el éxito, la fama, la prosperidad, lo que sea y en la cantidad que sea.
¿Por qué no se enseña esto en la escuela o en la Iglesia o en el centro de salud?
Porque los seres humanos se volverían demasiado poderosos y sería muy difícil gobernarlos y someterlos.
Es decir que hay personas poderosas que nos han ocultado cómo acceder a esta fuente de poder y sabiduría ilimitadas.
Pero la dualidad también ha puesto a gente magnífica que nos quieren enseñar a comunicarnos adecuadamente con la mente subconsciente capaz de darnos un imperio si verdaderamente lo queremos.
Entonces comencemos por pedir la salud infinita.
Jesús lo enseñó, nos habló de esta mente cuando nos dejó su enseñanza que dice "pedid y recibiréis".
Pero el punto es que no dice el texto cómo se ha de pedir.
O tal vez lo quitaron del texto para poder controlar al rebaño.
Busquemos el trozo de la biblia que falta.....porque la enseñanza está pero no el los textos clásicos sino en los apócrifos.
-Martín Macedo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario