“Según los antropólogos, las sociedades patriarcales tienen más o menos unos 5000 años de existencia. Por eso empezar a pensar de manera diferente nunca será fácil. Nuestro cuerpo, nuestros hábitos y lenguajes tienen por lo menos 5000 años, no veinte o cincuenta. La palabra patriarcado viene de dos términos, uno latino: pater y otro griego: arché y quiere decir “padre como principio de todo”.
No se refiere a mi padre, sino que el padre aparece aquí como la figura masculina jerárquicamente considerada como el principio de todo. En las sociedades patriarcales también el principio creador de todo es un principio masculino. Y hablar de principio de todo significa referirse al principio organizativo de la economía, de la sociedad, de las relaciones sociales, y también al principio organizativo de la religión.
La teóloga feminista Ivone Guebara, afirma que el mundo patriarcal es aquel en el cual “la diferencia es jerarquizada”. Los varones son mejores de las mujeres porque están más cerca de Dios. Son ellos los organizadores de la sociedad, de la política… Son el jefe, el patrón, el general o Dios. LAS CARACTERÍSTICAS DEL VARÓN SON NORMATIVAS. El varón es el paradigma, el ejemplo que debe tomar la sociedad. Las leyes sociales serán todas hechas desde la perspectiva androcéntrica. El patriarcado es dualista, el acento está puesto sobre el número dos. Todo funciona por oposición: la tierra y el cielo, el patrón y el obrero, hombre y mujer, Dios y hombre, ricos y pobres, buenos y malos… Y de las dos alternativas siempre elige una.”
Luis "Perico" Pérez Aguirre, LA CONDICIÓN FEMENINA, Ed. Trilce, 1995.
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