Si hay una cosa que me asombró cuando empecé a guiar a las personas hacia la felicidad, es su miedo a ser libres.
He visto muchas personas con hermosa luz y potencial que al momento de la verdadera liberación, retroceden. Esto sucede porque están acostumbradas a una vida cubierta de limitaciones.
Están acostumbradas a terapias, cursos y caminos espirituales donde no se tienen que enfrentar a su ego. Desean obtener cierto bienestar emocional, pero no quieren liberarse de la vida que construyeron, de su mente y de su personalidad condicionada.
Están acostumbradas a terapias, cursos y caminos espirituales donde no se tienen que enfrentar a su ego. Desean obtener cierto bienestar emocional, pero no quieren liberarse de la vida que construyeron, de su mente y de su personalidad condicionada.
Estas personas comienzan con mucho entusiasmo, pero cuando se dan cuenta donde pueden llegar y que son dioses con cuerpo humano, prefieren seguir viviendo una vida mezquina; una vida humana; y no una vida divina.
El miedo a ser libre es el mayor temor que existe. Porque toda tu vida está basada en buscar la paz, la felicidad, la libertad, el amor y la abundancia, pero si los encuentras ¿qué haces? ¿En que inviertes tu tiempo si no tienes nada para conseguir, nada por lo que luchar, nada para resolver?.
La identidad de las personas se basa en el hacer. No saben simplemente Ser, en tiempo presente, sin requisitos, sin futuro, sin nada por conseguir, disfrutando de su propia presencia. Tienen mucho temor a la libertad del alma, en donde la personalidad se disuelve y sólo queda el amor puro y eterno.
No tengas miedo a liberarte. No temas la enorme radiación de la luz. Envuélvete en ella, deja que te tome por completo. Que muera el yo que conoces y tanto defiendes, porque ese yo no existe. Que muera la vida que conoces, la vida del sistema, la vida con preocupaciones y deseos. Esa vida no es tuya.
Tú eres el hijo del Creador del Universo multimillonario, todo amor, todo gozo y toda paz. Estás para vivir la vida ni siquiera de tus sueños, pues tu mente no puede vislumbrar semejante éxtasis. No tengas miedo, entra al Ahora y disuelve tu ego en la gloria del Ser.
Tú eres el hijo del Creador del Universo multimillonario, todo amor, todo gozo y toda paz. Estás para vivir la vida ni siquiera de tus sueños, pues tu mente no puede vislumbrar semejante éxtasis. No tengas miedo, entra al Ahora y disuelve tu ego en la gloria del Ser.
-Fernán Makaroff -
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