domingo, 14 de febrero de 2021

Niveles de comprensión

 Ohsawa describió el mapa de los siete juicios o niveles de comprensión.

Y tiene su gran valor no sólo en el plano teórico sino también en el plano práctico.
Aquí estoy pensando en los estudiantes del programa de consultores macrobióticos internacionales.
Es muy importante además del diagnóstico facial o por las líneas de la mano hacer el diagnóstico del nivel de juicio.
Cuanto más bajo es el nivel de juicio más grave es la enfermedad.
Los alimentos de poca calidad no sólo destruyen la salud física y mental sino que impiden que el juicio madure y evolucione.
El bebé está en un juicio mecánico y poco a poco desarrolla el juicio sensorio, comenzando a distinguir lo rico y lo feo, lo agradable y desagradable, lo fácil y lo difícil.
Pero al principio el juicio del bebé es mecánico; como una máquina que le pones gasolina, grasa, aceite y le das arranque.
Así funciona el juicio mecánico; como la gente que come palomitas en el cine.
Cuando el niño es un poco mayor se desarrolla el juicio sentimental y se emociona cuando lo toman en brazos y sufre cuando la madre sale de la habitación.
La mayor parte de los adultos, incluyendo nuestros dirigentes políticos, economistas y médicos están en estos tres niveles básicos.
Una minoría sube al cuarto nivel (intelectual) y se convierten en expertos en vitaminas y combinaciones de nutrientes.
Crean las teorías cetogénicas, veganas, detox y consiguen que muchos en el rebaño de los juicios inferiores los sigan en sus aventuras con la nutrición.
El cáncer por ejemplo es un claro ejemplo de una enfermedad causada por el segundo nivel de juicio; es normal que los niños sólo quieran postres, papitas y helados.
Pero si un adulto de 50 años se nutre de esta forma y encima se resiste a reflexionar y hacer cambios positivos, tarde o temprano se encontrará con una experiencia de enfermedad mortal, porque ese bajo juicio lo lleva a un deterioro acelerado.
Las personas con el tercer nivel, son aquellas que cuando están en una reunión aceptan lo que les ofrecen para no chocar ni ofender a los anfitriones y así crear un clima más amoroso.
También tendrán que enfrentar la enfermedad degenerativa pero más tarde en la vida debido a que la intensidad de su proceso tóxico es menor.
Las personas con el cuarto nivel también experimentan una falta de armonía con la naturaleza, pero debido a que son más cuidadosas con su nutrición desarrollan sus problemas más tarde en la vida como en el caso del ex presidente uruguayo que también fue un afamado oncólogo.
Nosotros no vemos al cáncer como un desorden hereditario o detonado por ciertos virus ni causado por una sustancia tóxica en especial o por tomar demasiado sol sin crema protectora.
Lo vemos como un resultado natural del bajo juicio.
Y cuanto más bajo el juicio, más intenso es el proceso tóxico, más destructivo el estilo de vida y más breve la vida.
Un tipo de vida miserable.
Todos conocemos este tipo de personas.
Algunos son intensamente auto destructivos.
Y podrían vivir como reyes porque a veces son famosos músicos, actores o empresarios.
Pero a pesar de su éxito no pueden gozar de sus grandes ventajas porque su sistema de creencias está arraigado en los primeros tres juicios.
Y esta gran dificultad para ascender en la escala del juicio se debe fundamentalmente a la ausencia de cereales como base de la dieta.
Cuando la dieta se fundamenta en derivados animales la evolución espiritual se detiene por completo como si el alma entrara en una eterna hibernación.

-Martín Macedo-

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