Las semillas son paquetes de información.
Paquetes de inteligencia infinita.
Es una obra maestra....cada semilla lo es.
Es una vida contraída (yang).
Cuando cae en la Tierra (yin), esa información se expresa y se convierte en una planta.
La Tierra es como un gran útero; expresa una réplica exacta de la información que se imprime en ella en forma de paquete de información biológica.
Si sembramos un cardo, la Tierra expresará un cardo.
Si sembramos manzanas obtendremos más manzanas.
Si el campo se llena de pastizales y malezas sería necio enojarse con la Tierra por expresar esas cosas que no queremos.
La Tierra se limita a hacer su trabajo y lo hace de una forma magistral, perfecta, digna de la inteligencia que la ha creado.
Si quieres arroz no siembres arvejas.
Nuestro subconsciente es una matriz inteligente o en palabras de Gregg Braden una matriz Divina.
Nuestros pensamientos, palabras e imágenes son como las semillas porque son paquetes de información.
La matriz inteligente no es palpable como la tierra física, pero es igualmente sensible y responde igual a lo que en ella se imprime.
El granjero confía absolutamente en que si pone semillas algún tiempo después la tierra le dará su cosecha.
No lo duda ni por un momento y por eso ayuda en el proceso regando sus tierras y protegiendo su huerta con un muro.
Si queremos que el Universo exprese salud no debemos sembrar allí pensamientos y sentimientos de temor a la enfermedad.
Ni hablar de ellas constantemente.
Eso es lo que se hace en las escuelas médicas occidentales.
Y por esa razón se cosechan cardos a pesar de todos los esfuerzos por obtener arándanos.
Los expertos en estadísticas hacen sus doctorados con gráficas y balances sobre prevalencia de enfermedades.
Y por eso a pesar de enormes esfuerzos e inversión en investigación la salud del mundo no aparece sino más bien parece que se esfuma.
Todos los pensamientos van a la matriz y la fertilizan.
Todas las palabras y todas las imágenes.
Y de todo ese caos sale un pastizal.
Y se le prende fuego a la maleza y se vuelve a comenzar.
Al final muchos se desaniman y concluyen que la vida es impredecible y regida por el azar.
Por la buena o la mala suerte.
Pero los sabios han dejado el manual de instrucciones.
Para que los estén verdaderamente hambrientos los estudien y apliquen.
La matriz es una expresión del amor infinito y nos espera para que pongamos en ella las semillas más bellas y sabrosas.
Todos nuestros deseos para que se expresen.
Y así nuestra alegría será completa.
-Martín Macedo-
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