domingo, 7 de febrero de 2021

Nadie quiere cambios invisibles, todos quieren cambios visibles

 El próximo viernes 12/2 comienza el año nuevo, búfalo de metal.

Todos queremos mejorar, queremos cambios, pero cambios visibles.
Nadie quiere cambios invisibles, todos quieren cambios visibles.
Cosas concretas comprobables; una mejora en la salud que se pueda medir en las analíticas, una mejora en la relación con la familia que todos puedan confirmar (ellos ahora se llevan bien), una mejora en la situación financiera (cambiaron el coche, ahora tienen uno nuevo de mejor calidad y se han ido a una casa bonita y mucho mejor).
El o ella consiguieron un mejor trabajo o un ascenso en su empresa o en el negocio.
Y las personas están dispuestos a esforzarse para conseguir estos cambios hacia un año mejor.
Pues bien todos queremos cambios que se vean, pero los cambios visibles sólo vendrán a partir de cambios invisibles.
Luchar en el mundo de las formas sin cambiar sus causas profundas, ocultas sólo dará un barnizado efímero sobre la pestilencia que contamina las mentes.
El año nuevo requiere creencias nuevas.
Requiere pensamientos nuevos.
Requiere palabras nuevas.
Alimentos nuevos, mejores; rutinas físicas y de estudio mejores.
Queremos mejorar lo que se ve pero no queremos mejorar lo que no se ve.
Las mismas creencias, los mismos miedos, la mismas formas de expresión que reflejan la negatividad y falta de autoconfianza que continuamente se expresa como los eternos problemas que regresan cada año para recordarnos que todavía no entendimos nada.
El cambio debe ser interno, las decisiones son internas.
Las palabras nuevas, saldrán de pensamientos y creencias nuevas.
Las creencias nuevas saldrán de lecturas, meditaciones y de un trabajo espiritual que deberá ser el agua que riega nuestras semillas de prosperidad, sabiduría, amor y felicidad.
No es suficiente desearnos feliz año y alzar la copa.
Es necesario tomar la decisión de hacer lo que sea necesario para que este año 2021 o año del búfalo traiga los cambios que tanto deseamos.
Pero sólo los que realmente, realmente vayan a la raíz invisible podrán cosechar las frutas más deliciosas cuando llegue el momento de la cosecha.

.Martín Macedo-

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