miércoles, 31 de mayo de 2017

Vivimos desconectados, sin aceptarnos a nosotros mismos


Estamos ensimismados. Y, al mismo tiempo no nos aceptamos. No encontramos la manera de conectar con nosotros mismos.
Steve Taylor es profesor de psicología de la Leeds Beckett University y hace diez años, a causa de una infección bacteriana hospitalaria, vivió una experiencia transformadora: “Cuando me recuperé sentí que era una nueva persona viviendo un nuevo tipo de vida, y decidí investigar en las experiencias de otras personas”. En su libro Salir de la oscuridad. Del desasosiego a la transformación cuenta la historia de más de 30 personas que han experimentado un renacimiento después de una catástrofe y explica cómo han conseguido pasar del sufrimiento psicológico a la transformación espiritual y también las vivencias de maestros como Eckhart Tolle y Jiddu Krishnamurti que asimismo vivieron el despertar espiritual permanente después de vivir una profunda crisis.
En su búsqueda por relacionar su vivencia con la de otras personas que hubieran vivido experiencias parecidas averiguó que “la aceptación es factor común en esas transformaciones” pero lo más fundamental “es esa sensación de estar conectados”. Asegura que los conflictos se basan en sentirse “separado de” y es eso lo que nos genera insatisfacción, la sensación de no estar completos. Por eso queremos más, más riqueza, más control, más poder,... 
Para aceptarnos a nosotros mismos es importante recordar que “somos más fuertes de lo que imaginamos”.
Taylor nos recuerda que “oponemos resistencia al momento presente porque nos pasamos mucho tiempo haciendo cosas que no queremos y estando insatisfechos con nuestras vidas tal y como son”. Sentimos que nos falta algo, que vivir es “un esfuerzo constante”. Incluso nos resistimos a lo evidente, como envejecer y morir
Por eso, es imprescindible recuperar la conexión con la naturaleza, “vivir en armonía contigo mismo y con el entorno. Al sentirnos conectados sentimos “más compasión y amor hacia los demás y gratitud y aprecio por la vida”. La clave está en aceptar. La autoaceptación es el primer paso hacia el equilibrio interior.
Aceptar “nos permite soltar, ir con la vida” y lo que es más importante “liberarnos de los apegos psicológicos, de estatus, de creencias”.
Desde la Bioneuroemoción® sabemos que al sentirnos separados hacemos cosas para agradar a los demás. Y, al intentar satisfacer a otros nos vamos desconectando de nuestra propia naturaleza. Cuando estamos alejados de nuestro propio sentir pensamos que tenemos que hacer cosas continuamente y que para hacer esas cosas necesitamos tiempo. La aceptación personal, la aceptación de la propia historia nos puede permitir empezar a vivir en paz.
Lo aparentemente separado está intrínsecamente unido, no hay que luchar contra nada sino ir a favor de uno mismo. La aceptación personal exige conocerse uno mismo para dejar de buscar fuera el reconocimiento que sólo puede venir desde el interior. Agradecer el aprendizaje que ha generado nuestra historia y la de nuestros antepasados para poder vivir el presente en plenitud.

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