lunes, 22 de mayo de 2017

Tenía la voluntad de hierro de convertirse en un grande

Rudolf Nureyev nació en la Unión Soviética en 1938 en un tren en movimiento. El tren transiberiano.Su padre era comisario del ejército rojo. A pesar de su aparente buena posición. Rudolf vivía junto a sus padres y tres hermanas en una mísera casucha en la gélida Siberia rusa.Pasó hambre y frío en su niñez. En una ocasión se desmayó de hambre en la escuela. A los ocho años su madre lo llevó a ver el ballet ruso.Y quedó fascinado.

Tomó una decisión desde las profundidades de su alma.Sería bailarín, y sería uno de los mejores.A pesar de la enérgica oposición de su padre.Y de la inestabilidad que sacudió a su país durante los años de la segunda guerra mundial. Rudolf hizo una carrera vertiginosa a pesar de haber ingresado bastante mayor (17 años) a la academia Vagánova de Ballet.La mejor de Rusia.

Tenia un objetivo muy claro. Tenia talento.Tenía la voluntad de hierro de convertirse en un grande. Los años de pobreza y adversidad. Lo volvieron yang. Ponía pasión infinita en cada movimiento de la danza. Día tras día.Y a los 23 años ya era el mejor bailarín ruso y le fue permitido viajar al extranjero por las autoridades soviéticas. Entonces escapó de la KGB y comenzó una carrera brillante.

A partir de ese momento se convirtió instantáneamente en una celebridad en occidente.Quienes luchan contra la pobreza no comprenden la identidad esencial entre la riqueza y la pobreza.Quienes temen al frío no comprenden la identidad esencial entre el frío y el calor. Quienes detestan la cuesta empinada se olvidan de la identidad esencial entre la cuesta y la agradable bajada.

Yin y yang son opuestos pero son idénticos en su esencia. Porque ambos surgen de la fuerza primordial. Para luego diferenciarse y volver a fundirse. Sin el frío siberiano no hubiera surgido la voluntad y la pasión de un gigante del ballet como Nureyev. Por ello el sabio cuando se encuentra con reveses y pruebas duras. Se pregunta ¿para qué estoy generando esta experiencia?. Y utiliza esta situación de adversidad como el avión utiliza el viento frontal para ascender vertiginosamente hacia las alturas donde moran las águilas.

-Martín Macedo-

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