En el correr de los últimos años he generado múltiples quiebres de los cuales me gustaría compartir algunos de ellos a modo de testimonio sabiendo que cada persona es única e irrepetible y que cada quiebre tendrá un sentido único para cada persona, no es posible generalizar, ni comparar, el camino es único para cada persona.
A su vez, no es posible tomarse un "descanso" en el hecho de generar quiebres. Continuamente los estamos generando, algunos quiebres restan y otros suman, pero los generamos siempre. Estos ofician de señales para que continuar transformando nuestra naturaleza básica, reactiva, más primitiva y egocéntrica hacia una reacción pro activa, responsable y amorosa. En la medida que nuestra consciencia se va expandiendo vamos generando, en el balance de nuestra cotidianidad, más quiebres que suman que quiebres que restan, aunque en ocasiones el universo nos da un mazazo con quiebres extremos para que despertemos y salgamos de nuestra zona de confort y sigamos nuestro proceso de transformación. Nunca se llega y cuanto más elevamos y expandimos nuestra conciencia más alto es el techo de posibilidades y de exigencia.
Quiebre 1: En una circunstancia cotidiana, distendida, repleto de seres humanos algunos solos o en pareja o en familia, niños, adolescentes, adultos, todos disfrutando de un día soleado y hermoso. Yo, disfrutando de mi bici circulando por la rambla del barrio Malvín y Buceo como tantas veces lo realizo en mi vida. Producto del calor reinante estoy en bermudas con el torso desnudo parado descansando unos segundos apoyado en un banco montado en mi bici. Siento un ruido de moto detrás mío, pero dado el contexto descrito no me sorprendió y generé lo que nunca me hubiera imaginado en décimas de segundo pasan por al lado mío y de un manotazo preciso me sacan la cadena de oro con una medalla que me acompaña desde hace muchos años con una grabación del nombre de mi compañera. Obviamente que la competencia para tales hechos de los hábiles "ladrones" no me permitió reaccionar, ni siquiera los percibí, no lo vi, solo escuché el ruido del motor, solo que un grupo de personas se me acerca y me pregunta entre sorprendidos y asustados que fue lo que "sucedió", nadie se imagina que el evento fue generado por mí. Ahora mi tarea será de de asociar e interpretar el evento a la luz de mi vida y como ella se desarrolla.
Bien, normalmente la sociedad responde re-activamente, con bronca, ira, violencia, sin comprender lo "sucedido" preguntándose una y otra vez ¿por que a mí?. Además es la oportunidad privilegiada para "culpar" al sistema político y social, a los políticos, a la falta de seguridad publica, etc, para enojarse con el sistema y poner en el afuera la causa del "robo". En mi caso lo vincule directamente y de forma inmediata con una situación de mi vida en pareja, preguntádome: ¿que quiere decir este quiebre?. Es de una claridad de rompe los ojos. El bucle donde figuraba las siglas de mi compañera está vinculada directamente con el tipo de relación que estoy y estamos generando con mi pareja y en este caso con que la comunicación interpreto no fluía.
Yo, a pesar del saber acumulado en torno a la responsabilidad extrema y que tengo la certeza absoluta que somos responsables de generar todo en nuestras vidas, mi ego no me permitió dar una respuesta inteligente y sabia a la situación que estaba viviendo con mi pareja y que yo lo veía y lo sentía, pero el ego es más poderoso que yo en ocasiones. Es en estos momentos que el Universo se encarga de darnos el golpe justo y educativo que requerimos para que no avivemos y cambiemos parte de nuestra forma de ser y transformemos la causa que generó el quiebre que no es más que un aviso, en este caso con el símil del semáforo de color rojo, para cambiar algo de nuestra existencia. Inmediatamente comprendí que fui yo y únicamente yo el responsable quien generó a esa persona (llamada vulgarmente ladrón) para que generara el evento (llamado vulgarmente robo) que me conduciría a profundizar y descubrir la causa que lo generó. Las preguntas iniciales que me hice fueron, entre otras, ¿que me estoy robando a mi mismo?, ¿que no me permito? y en particular que me impide (se que es el orgullo y otras limitaciones que te sugiere el ego) romper con una forma de ser y vincularme desde el amor y con fluidez en la comunicación con mi pareja?.
A su vez, no es posible tomarse un "descanso" en el hecho de generar quiebres. Continuamente los estamos generando, algunos quiebres restan y otros suman, pero los generamos siempre. Estos ofician de señales para que continuar transformando nuestra naturaleza básica, reactiva, más primitiva y egocéntrica hacia una reacción pro activa, responsable y amorosa. En la medida que nuestra consciencia se va expandiendo vamos generando, en el balance de nuestra cotidianidad, más quiebres que suman que quiebres que restan, aunque en ocasiones el universo nos da un mazazo con quiebres extremos para que despertemos y salgamos de nuestra zona de confort y sigamos nuestro proceso de transformación. Nunca se llega y cuanto más elevamos y expandimos nuestra conciencia más alto es el techo de posibilidades y de exigencia.
Quiebre 1: En una circunstancia cotidiana, distendida, repleto de seres humanos algunos solos o en pareja o en familia, niños, adolescentes, adultos, todos disfrutando de un día soleado y hermoso. Yo, disfrutando de mi bici circulando por la rambla del barrio Malvín y Buceo como tantas veces lo realizo en mi vida. Producto del calor reinante estoy en bermudas con el torso desnudo parado descansando unos segundos apoyado en un banco montado en mi bici. Siento un ruido de moto detrás mío, pero dado el contexto descrito no me sorprendió y generé lo que nunca me hubiera imaginado en décimas de segundo pasan por al lado mío y de un manotazo preciso me sacan la cadena de oro con una medalla que me acompaña desde hace muchos años con una grabación del nombre de mi compañera. Obviamente que la competencia para tales hechos de los hábiles "ladrones" no me permitió reaccionar, ni siquiera los percibí, no lo vi, solo escuché el ruido del motor, solo que un grupo de personas se me acerca y me pregunta entre sorprendidos y asustados que fue lo que "sucedió", nadie se imagina que el evento fue generado por mí. Ahora mi tarea será de de asociar e interpretar el evento a la luz de mi vida y como ella se desarrolla.
Bien, normalmente la sociedad responde re-activamente, con bronca, ira, violencia, sin comprender lo "sucedido" preguntándose una y otra vez ¿por que a mí?. Además es la oportunidad privilegiada para "culpar" al sistema político y social, a los políticos, a la falta de seguridad publica, etc, para enojarse con el sistema y poner en el afuera la causa del "robo". En mi caso lo vincule directamente y de forma inmediata con una situación de mi vida en pareja, preguntádome: ¿que quiere decir este quiebre?. Es de una claridad de rompe los ojos. El bucle donde figuraba las siglas de mi compañera está vinculada directamente con el tipo de relación que estoy y estamos generando con mi pareja y en este caso con que la comunicación interpreto no fluía.
Yo, a pesar del saber acumulado en torno a la responsabilidad extrema y que tengo la certeza absoluta que somos responsables de generar todo en nuestras vidas, mi ego no me permitió dar una respuesta inteligente y sabia a la situación que estaba viviendo con mi pareja y que yo lo veía y lo sentía, pero el ego es más poderoso que yo en ocasiones. Es en estos momentos que el Universo se encarga de darnos el golpe justo y educativo que requerimos para que no avivemos y cambiemos parte de nuestra forma de ser y transformemos la causa que generó el quiebre que no es más que un aviso, en este caso con el símil del semáforo de color rojo, para cambiar algo de nuestra existencia. Inmediatamente comprendí que fui yo y únicamente yo el responsable quien generó a esa persona (llamada vulgarmente ladrón) para que generara el evento (llamado vulgarmente robo) que me conduciría a profundizar y descubrir la causa que lo generó. Las preguntas iniciales que me hice fueron, entre otras, ¿que me estoy robando a mi mismo?, ¿que no me permito? y en particular que me impide (se que es el orgullo y otras limitaciones que te sugiere el ego) romper con una forma de ser y vincularme desde el amor y con fluidez en la comunicación con mi pareja?.
Demoré una noche en procesar el significado del quiebre y modificar la relación reactiva y más primitiva y egoísta en una relación pro activa, responsable y amorosa por que así lo deseo ya que amo a mi pareja. Cuanto más consciencia haya alcanzado la persona, más corto es el tiempo entre el quiebre y el significado y el vinculo con la causa y por la tanto rápidamente modificar la situación que lo originó. Por lo tanto más sabia e inteligente será tu vida, una vida plena, armónica, en paz. Además este quiebre me sigue impactando en otros temas, por ejemplo el no apego a lo material y a los símbolos, que no son más que eso. Que lo esencial es inmune ante el mundo físico y material. Nada sustituye un vinculo amoroso, honesto y responsable directo, sin mediaciones simbólicas o materiales.
La Mirada de la Responsabilidad Extrema es la certeza que generamos todo en nuestra vida y esta asociada directamente con el albedrío, es decir la libertad de decidir un curso determinado de acción en cada una y todas las áreas o dimensiones de la vida de todo ser humano (pareja, profesión, gratificación, interrelaciones, etc). De ésta manera los seres humanos generamos un tipo de vida si creemos que los resultados que generamos pueden llegar a tener que ver con razones ajenas a nosotros y un tipo de vida opuesta y distinta si comprendemos que causamos, generamos y atraemos todo aquello que “recibimos”, tanto lo que suma como lo que resta en este aquí y ahora de nuestras vidas. , y los dos únicos cursos o caminos que están a disposición de los seres humanos es la Integridad o la Desintegridad. Estos mecanismos
tienen que ver con quienes elegimos ser en el ejercicio de nuestro albedrío, es
decir si nos paramos en formas de ser
íntegras, en todo aquello que
genera una “energía” limpia, genuina, armoniosa, fresca y despejada que honra
la vida o en formas de ser
desintegras, todo aquello que genera una energía y vibración turbia,
nociva y des-honra la vida. De esto dependen los resultados que tengamos en
nuestras vidas y de lograr los resultados que legítimamente deseamos como seres
humanos y como sociedad. Pues bien el evento relatado tiene que ver con esta interpretación, nada que ver con la torpe y escasa interpretación que la inmensa mayoría de los seres humanos hace de ella perdiéndose la oportunidad única y maravillosa de cambiar y transformar la vida hacia un estado de plenitud, armonía y paz eterna.
Quiebre 2: Dejo ir (pierdo) una gruesa bombilla de plata y tiempo atrás asociado a este quiebre un termo de marca deja de conservar el calor. Bien, el termo, bombilla y mate lo adquirí en una feria barrial de venta y compra de objetos usados (?!). Confieso que en el momento de la adquisición no pensé ni lo asocie a nada raro, es decir, que fuera robado o algo por el estilo. Es más el vendedor me dice rápidamente es de mi hermano que quiere venderlo. Al tiempo me empezó a bajar la ficha y comenzaron una serie de preguntas sobre el origen de estos elementos, lindos y funcionales a lo que yo quería, bombilla gruesa, un termo de marca y el mate mediano tirando a pequeño cumpliendo con mi idea de estos instrumentos. Ante la sospecha del origen de los objetos me preguntaba si correspondía que tomara mate con ellos y que estén en mi casa compartiendo esa energía con mis hijos y nietas y compañera. La respuesta era no, no los quiero en mi casa, pero que hago?. Ante mi falta de asertividad en la decisión el universo se hizo cargo y la bombilla se fue solita y el termo quedo para tirar por inútil, queda por resolver el mate que apenas tenga la oportunidad me desprendo de él. El mensaje asociado a estos quiebres es clarísimo. Nunca más comprar un objeto sospechado de robado (en este caso la sospecha la fui generando con el tiempo) por que el Universo se encargará de quitártelo, no es tuyo, no te pertenece, te queda claro?.
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