Hace 13.800 millones de años toda la materia del universo estaba condensada en una especia de roca primordial del tamaño de un guisante.
Allí estaba todo.
Todas las galaxias, todos los planetas, toda la materia formativa de todos los seres vivientes.
Tu y yo estábamos allí en el guisante primordial.
El calcio de tus dientes y el de los míos estaba allí.
Y luego explotó y se expandió ocupando un espacio infinito.
Es la teoría del big bang, aceptada mundialmente como la teoría que explica la creación del universo.
El guisante primordial es la condensación infinita (extremo yang)
El big bang es la expansión infinita (extremo yin)
Ni un sólo átomo pudo escapar de la condensación infinita.
Ni de la expansión infinita.
Yin y yang nos han dado nuestra actual forma.
Y a su debido tiempo disolverán nuestro cuerpo.
Todos estábamos juntos en el guisante primordial.
Formamos una familia cósmica.
Al provenir todos de la misma semilla.
El universo se dispuso en un espacio infinito.
Hay distancias enormes entre los electrones y los protones.
Entre las estrellas y los planetas.
Entre Tokio y Lisboa.
Pero toda la materia del universo está conectada.
Por una especie de gigantesca red.
Que los expertos llaman la matriz.
Esa matriz es inteligente.
Y mantiene unida a toda la materia del universo.
Se trata del amor infinito.
Todos estamos en la matriz.
Todos estamos profundamente hermanados.
Para toda la eternidad.
Por ello cuando haces feliz a alguien.
Todo el universo lo celebra.
Y cuando haces daño a alguien.
Todo el universo lo lamenta.
Por ello un solo pensamiento tuyo.
Cuando eres consciente de que formas parte de la matriz.
Tiene tanto poder.
-Martín Macedo-
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