Técnicamente los quiebres son eventos (llamada socialmente "accidentes", "casualidades", "robos", etc) que yo mismo genero y que rompen mi estado de transparencia, mi fluir natural de mi vida. Es decir una vez que genero el quiebre (por ejemplo literalmente cuando una persona se quiebra el ligamento cruzado de una rodilla jugando al fútbol o deja extraer -llamado socialmente "robo"- y deja ir un objeto que por alguna razón considera que tiene un determinado valor emocional o material) y le impide, momentáneamente, continuar con lo que venía desarrollando hasta ese momento de forma natural, espontanea, fluida, sin pensarlo, como quien se encuentra conduciendo un automóvil, una ves que se incorpora la técnica de como hacer los cambios, se arranca en primera y así sucesivamente, y no se requiere pensar y mirar el manual cada vez que se requiere hacer un cambio.
Se ha internalizado e incorporado de tal manera que la acción se hace espontáneamente o cuando se respira y no se requiere pensar cada vez que se exhala o cada vez que se inhala, este acto se realiza sin pensar, de forma fluida, transparente. Bien a esto se le llama quiebre. La maravilla de los quiebres, es que cada vez que generamos alguno de ellos, nos está alertando, a modo de señal o síntoma, por que carril circula nuestra vida es decir desde donde estamos decidiendo nuestra existencia.
Decidimos en todo momento, cada segundo, cada minuto, no existe ninguna acción que no esté precedida de una decisión, consciente o inconsciente, se trate de algo cotidiano o de algo trascendente. Pues bien aquí esta el meollo del asunto. Como seres humanos, cada vez que decidimos, estamos haciendo uso del albedrío que es la libertad que nos permite orientar nuestra vida hacia lo que legítimamente deseamos y alcanzar la tan deseada plenitud.
Un quiebre, por lo que venimos expresando, puede restar o sumar en el aquí y en el ahora de nuestra vida (ya que a largo plazo siempre suma). Resta cuando generamos una herida física o emocional, cuando generamos conflictos en nuestra vida cotidiana o profesional, cuando dejamos de generar ingresos económicos, es decir todo lo que de alguna manera nos impide y nos limita en nuestro desarrollo como seres humanos y en nuestra calidad de vida. Suma cuando nuestra vida fluye y nos sentimos plenos, haciendo lo que corresponde a nuestro talento puesto en valor social. Generamos abundantes clientes para nuestra empresa o aquel profesional que no deja de generar personas para desarrollar su profesión, los vínculos interpersonales son gratificantes y constructivos, las relaciones de pareja profundizan en el amor, vamos concretando todos nuestros legítimos deseos (no caprichos) en todas las áreas de nuestras vidas.
¿De que depende de que un quiebre reste o sume en el aquí y ahora?. De la decisión tomada, esto es, las decisiones se toman desde la integridad o de la desintegidad. Tiene que ver con quienes elegimos ser en el ejercicio de
nuestro albedrío, es decir si nos paramos en formas de ser íntegras, en todo aquello
que genera una “energía” limpia, genuina, armoniosa, fresca y despejada
que honra la vida o en formas de ser
desintegras, todo
aquello que genera una energía y vibración turbia, nociva y des-honra la vida.
De esto dependen los resultados que tengamos en nuestras vidas y de
lograr los resultados que legítimamente deseamos e insisto no de meros caprichos. Por lo tanto los quiebres representan el semáforo que nos va mostrando con sus rojos, naranjas o verdes desde donde tomamos las decisiones, integras o desintegras esa es la cuestión. Contamos con un instrumento perfecto para desplegar el tipo de vida que queramos cada vez, una vida plena, abundante, armoniosa, amorosa, alegre, o una vida pesada, conflictiva, escasa, egoísta, caótica.
Una vez que incorporamos e interpretamos adecuadamente el quiebre y transformamos lo que requerimos transformar en nuestra vida, crecemos y expandimos un poquito más en nuestra conciencia y nuestra vibración. El asunto es reaccionar, ante el evento, de manera pro activa, responsable y amorosa y no, como comúnmente se procede reaccionado de forma reactiva, totalmente egocéntrica y primitiva, de esto ultimo no generamos ningún cambio, más bien que retrocedemos en nuestra conciencia o nos estancamos en nuestra evolución y no re aprendemos nada de nada. A partir de este proceso es vital, si realmente se limpia el quiebre, no retomarlo más, escarbando en un pasado que nos condenará si no lo soltamos. Para esto se requiere procesar adecuadamente y completamente el quiebre, para que no queden sedimentos del mismo que cada vez se retomen torpemente en otros momentos de la vida. Los quiebres siempre, si, siempre es información de primer orden para re aprender y por lo tanto crecer y expandir conciencia.
La interpretación que estoy presentando en este momento parte de la Mirada de la Responsabilidad Extrema que nos plantea que los Seres
Humanos somos la CAUSA de todo lo que recibimos, lo que nos suma o lo que nos
resta en éste aquí y ahora. Significa
comprender que generamos todo lo que recibimos en nuestras vidas, a partir de
quién estamos siendo o de quien hemos sido en el pasado aún aquello que desde
la mirada física (la mirada de los 5 sentidos), pareciera no tener nada que ver
con nosotros. De ésta
manera los seres humanos vamos a generar un tipo de vida si creemos que los
resultados que recibimos pueden llegar a tener que ver con razones ajenas a
nosotros y un tipo de vida diametralmente opuesta y distinta si comprendemos e
incorporarnos la certeza de que NADA ES
INOCENTE, es decir que CAUSAMOS, GENERAMOS y ATRAEMOS todo aquello que
recibimos, tanto lo que suma como lo que resta en este aquí y ahora de nuestras
vidas.
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