Todos pueden curarse ahora mismo.
Porque la voluntad infinita está en todo y en todos.
Nadie puede salirse del infinito.
Nadie puede existir fuera del infinito.
Nadie puede desconectarse de la inteligencia infinita.
La mayor parte de la humanidad vive la experiencia del olvido.
Pero aunque hayan olvidado siguen siendo seres magníficos, poderosos e infinitamente inteligentes.
La voluntad infinita está en todos los corazones, en todos los riñones y en todos los sistemas inmunes.
De todo lo que respira.
El ser humano es el mayor aventurero del universo.
Renuncia a todos sus poderes para experimentar la aventura de la separación.
Para experimentar la carencia, la debilidad, la angustia de no ser nada, debe olvidar totalmente su origen.
Y ahí se queda despojado de todo poder durante muchas vidas.
En una jaula mental en la que él mismo elige habitar y luego cierra con llaves y las tira por la ventana.
Parece un juego macabro.
Pero termina bien.
Porque luego de siglos de carencia y limitación un gran día largamente esperado comprende......
Es el despertar.
El humano debe enfrentar una situación que lo ponga contra las cuerdas y lo obligue a revisar sus rígidos sistema de creencias.
Como es un ser infinito, rompe su jaula con todos sus barrotes y no necesita las llaves porque su fuerza es ilimitada.
Entonces cura todas sus enfermedades, toma toda la riqueza que necesita, viaja a todos los lugares que desea y ama a todos los que se le cruzan en el camino con una pasión infinita.
Ha comprendido y ahora es libre.
Ha comenzado la fiesta.
Llegó la hora de la salud infinita.
-Martín Macedo-
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