En Dios todas las cosas son posibles.
Cualquier cosa que se le ocurra a Dios puede crearla y manifestarla en el mundo de las formas.
El hijo de Dios tiene un poder que lo asemeja a su Padre.
El poder de imaginar cualquier cosa.
El humano imagina algo y si cree que lo puede manifestar finalmente lo realiza.
La imaginación es maravillosa.
Todo es posible en el mundo de la imaginación.
Un artista imagina un paisaje y lo lleva a la tela.
Y vende su pintura y gana una fortuna.
Y podrá concebir mil paisajes fantásticos que conmuevan a los que admiran sus cuadros y prosperar infinitamente mientras deleita a sus clientes.
Pero otros imaginan una historia de seres de ultratumba que salen por las noches y atormentan a las personas que viven cerca del cementerio.
Y hace una película de terror y gana una fortuna.
La imaginación es un poder divino y a la vez aterrador.
Yo quiero emplearlo para la medicina de la mente – cuerpo.
E imaginar que las personas crean cuerpos fantásticos, bellísimos y fuertes como el acero, que no enferman nunca.
Y que disfrutan largas vidas con felicidad ilimitada mientras se divierten realizando todos sus sueños.
Este poder maravilloso debe ser ser disciplinado y entrenado, mediante la meditación diaria.
Entonces tendremos acceso directo al Reino de los Cielos.
Y podremos crear cualquier cosa, como nuestro Padre que nos ama infinitamente.
-Martín Macedo-
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