Si cada célula es fuerte yo soy fuerte.
Si cada célula es una maravilla soy una maravilla.
Si cada célula es inteligencia infinita soy infinitamente inteligente.
Si cada célula tiene abundancia de nutrientes, vivo en la abundancia.
La célula es el ladrillo de la vida.
Somos una organización altamente compleja de 50 trillones de células.
Todas magníficas, hermosas, inteligentes y muy trabajadoras.
Trabajan con voluntad de hierro para el bien colectivo, llamado organismo.
Esa maravilla no debería enfermar jamás.
Sólo un completo olvido de nuestra posición en el universo puede quebrar este orden perfecto.
Por eso el miedo es el gran destructor.
Y el amor infinito el gran sanador.
-Martín Macedo-
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