Las varices, o venas varicosas, son un problema que, más allá de lo estético, indican un trastorno de salud en el sistema circulatorio y linfático. Aparecen cuando las válvulas unidireccionales en las venas de las piernas no funcionan de forma adecuada; esto represa la sangre e impide que retorne de forma correcta hacia el corazón.
Como consecuencia, los vasos capilares se dilatan y, a su vez, la vena se deforma bajo la superficie de la piel. Por este motivo, adquiere un aspecto rojo o amoratado.
La mayoría de las veces no generan dolor, pero sí pueden producir hormigueo, sensación de pesadez y otras complicaciones que resultan difíciles de sobrellevar.
Como consecuencia, los vasos capilares se dilatan y, a su vez, la vena se deforma bajo la superficie de la piel. Por este motivo, adquiere un aspecto rojo o amoratado.
La mayoría de las veces no generan dolor, pero sí pueden producir hormigueo, sensación de pesadez y otras complicaciones que resultan difíciles de sobrellevar.
Hay varias soluciones de origen natural que, aplicadas de forma recurrente, favorecen su trata-miento para conseguir un rápido alivio de los síntomas. En esta oportunidad, queremos compartir algunos buenos remedios caseros que, por un bajo precio, te apoyarán a decirle adiós a esta condición. ¡Pruébalos!
Remedios caseros para curar las varices
1. Aloe vera.
La planta de aloe vera contiene unos cristales ricos en nutrientes esenciales que benefician tanto la salud de la piel como la circulación sanguínea. Su uso tópico se ha aprovechado durante décadas como una solución natural contra las venas inflamadas y doloridas. Tiene propiedades astringentes e hidratantes que, tras ser absorbidas, controlan la formación de varices en las piernas. ¿Cómo utilizarlo?
Toma la cantidad de aloe vera que consideres necesaria y frótala sobre las zonas afectadas con suaves masajes circulares. Deja que el líquido se absorba en la piel y enjuágalo al día siguiente.
Repite su uso todas las noches hasta notar una mejoría.
2. Ajo
El ajo es uno de los súper alimentos que se han recomendado durante años como trata-miento complementario contra las varices y arañitas vasculares. Este ingrediente es rico en compuestos sulfurosos que, tras ser absorbidos, ejercen un efecto antiinflamatorio y anticoagulante. Para aprovecharlo, sigue estos pasos:
Consume un diente de ajo crudo en ayunas con un poco de jugo de limón o en agua caliente.
Prepara una pasta de ajo, agrégale un poco de aceite de oliva y usa la solución para masajear las zonas afectadas por las varices. Repite el trata-miento todos los días.
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