domingo, 13 de enero de 2019

El horno de la transmutación lo acepta todo.


El horno de la transmutación lo acepta todo.
Es un horno mágico.
Ponemos allí la tristeza, la enfermedad y el miedo y lo transmuta en belleza infinita, salud de hierro y en pasión por nuevos desafíos.
Ohsawa consiguió transmutar sodio en potasio el 21 junio de 1964 en Tokio, empleando un dispositivo artesanal.
Y junto a su discípulo Louis Kervran demostraron que las transmutaciones biológicas ocurren silenciosamente en todas las células saludables gracias a su actividad eléctrica.
Kervran era químico, miembro de la academia de ciencias de Nueva York y nominado al premio Nobel.
Este horno milagroso vale miles de millones.
Y todos tenemos uno.
Es nuestro cuerpo que es una maravilla creada por la inteligencia infinita.
Si estudiamos a fondo transmutaciones biológicas podremos poner allí lo peor del mundo y luego de un tiempo lo cambiaremos en salud absoluta y energía sin límites.
El estudio de yin y yang es el maravilloso aprendizaje para hacer funcionar nuestro horno de la transmutación.
Y estamos listos para comenzar con las clases luego de 35 años de preparación.
Pero en nuestra escuela no hay vacaciones porque la cantidad de estudiantes aumenta a un ritmo vertiginoso en todo el mundo.

-Martín Macedo-

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