domingo, 13 de enero de 2019

La ley de la "cosecha idéntica"


Quien siembra sandías obtiene sandías.

Quien planta trigo cosecha trigo.
Quien siembra bondad recibe bondad.
Es la ley de la "cosecha idéntica".
Así la llamaba Neville Goddard en sus libros y conferencias en los EEUU en la décadas de 1950 y 60.
Hoy la llaman la ley "de atracción".
Las mismas verdades se actualizan y se vuelven a mostrar.
Los pensamientos son semillas invisibles.
Y la ley de la cosecha idéntica también se aplica aquí con el mismo rigor que si se tratara de siembra y cosecha de productos agrícolas.
Los expertos dicen que tenemos unos 60000 pensamientos diarios.
Sembramos 60000 semillas en el inconsciente todos los días.
Y lo hacemos día tras día durante años, durante décadas.
Y luego nos ocurren "cosas" y las llamamos el "destino" o la "suerte".
Yo lo llamaría inconsciencia.
Permitimos que nuestro jardín interior se llene de malezas y espinos puntiagudos.
Cada día repetimos los mismos rituales, las mismas creencias heredadas, los dichos populares, los mismos paradigmas.
Es como regar los espinos para que nuestro jardín abunde en ellos.
Cuando alguien pierde su trabajo o su pareja, piensa las 24 hs sobre el asunto.
Se trata de una siembra intensiva.
Revisa cuidadosamente todas esas imágenes dolorosas como si de este examen surgiera una llave mágica que resolviera los problemas.
Pensar en la enfermedad genera emociones tristes.
Cuando alguien recibe un diagnóstico negativo tiende a pensar obsesivamente en su enfermedad.
Y ese torbellino de pensamientos genera emociones del mismo signo.
Es la ley de la cosecha idéntica.
Entonces quieren curarse con un cambio de alimentación.
Pero siguen muy preocupados por los síntomas y se hacen más y más estudios como si hacer estudios aumentara la salud.
Pero tantos estudios sólo aumenta la focalización en la situación de enfermedad.
Y como siguen sembrando enfermedad los frutos no tardan en llegar.
Entonces no entienden cómo si están haciendo "la dieta" no mejoran a la velocidad esperada.
Yo recomiendo cambiar la dieta pero comenzar a celebrar la nueva salud, el nuevo cuerpo, los nuevos hábitos, el nuevo destino.
Porque cuando cambia el pensamiento y las emociones, cuando se tiene un sentimiento de gratitud y certeza en la nueva salud que se está creando con cada bocado de alimento saludable, con cada palabra de gratitud y confianza en la inteligencia infinita....
La enfermedad ya se ha sanado.
Porque se sanó la raíz.
Y la raíz está oculta.
Y ni el microscopio ni la radiografía la pueden ver.
Por mucha experiencia que tenga el profesor, por más que mire y mire su estudio imagenológico, sólo podrá "ver" la corteza externa de la enfermedad.
Y como no comprenden aún la ley de la cosecha idéntica, dirá que la enfermedad es muy seria y que hay pocas esperanzas de cura.
Ahí es donde resbala cada día la ciencia médica.
No ve la raíz, porque ésta es invisible.
Entonces se impacienta e intenta descifrar el enigma con un examen nuevo y manda fabricar un aparato con más resolución.

-Martín Macedo-

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