viernes, 10 de febrero de 2023

Que comer cuando viajo

 Cuando estamos viajando es difícil conseguir alimentos saludables....entonces muchos optan por salirse un poco, con la firme promesa de retomar al regresar a casa.

Sin embargo otros optamos por llevar nuestra vianda o los alimentos para preparar cuando haya oportunidad de hacerlo.
Mario Allgayer Costa fundador de la Asociación Macrobiótica de Porto Alegre, en su libro responde de una manera muy didáctica cómo arreglárselas en los viajes para observar una alimentación saludable y así seguir desarrollando nuestra salud y bienestar en vez de perderla "porque estoy de viaje".
Estas son sus palabras.
En los comentarios va una foto de la página del libro para los que deseen leerlo en la escritura original.
"Otra reacción subconsciente es argumentar: ¿pero qué comeré cuando viajo?
Ya he viajado a Rio de Janeiro con mi amigo Theodoro Lorgus, a quien considero como uno de los macrobióticos más comprometidos, así como también su esposa, D Mary.
Nunca dejamos de comer macrobióticamente, tanto en el trayecto de ómnibus como en el lugar de destino. Cuando se tiene un verdadero INTERÉS, uno siempre encuentra la forma. Lorgus que viaja seguido, tiene unos contenedores apropiados, en los cuales lleva cierta cantidad de deliciosos pasteles, arroz y croquetas, magníficamente preparados por su esposa, que es una eximia cocinera, lo que nos evita unos innecesarios gastos y las mal preparadas comidas que se ofrecen en los negocios a la orilla de la ruta. Recuerdo que una vez, Lorgus llegó a desequilibrarse por haber comido en exceso debido a lo tan sabrosos que eran nuestras viandas de viaje.
Como último recurso, se pueden llevar para el viaje algunos kilos de arroz crudo. Con una buena propina no faltará alguna cocinera que no tenga INTERÉS de preparar un poco de arroz, que es lo que es necesario.
Es todo una cuestión de INTERÉS, la llave maestra que hace funcionar todo, que acomoda todas las situaciones y resuelve todas las dificultades.
Cuando ni siquiera de arroz disponemos, esto es una óptima oportunidad para hacer un ayuno, que siempre tiene un efecto saludable y que no mata a nadie, porque podemos pasar varios días sin comer. ¿Jesús no ayunó durante 40 días? Antiguamente, más de lo que hacen hoy, los médicos aconsejaban el ayuno para curar muchas enfermedades. Ayunar periódicamente es una formidable terapéutica, porque ingerimos mucho más volumen de alimentos de lo que realmente necesitamos. La frugalidad, el "vivere parvo", es altamente recomendada por G. Ohsawa. Es eso lo que él llama el verdadero ayuno.
Fuente: Minhas experiencias a través da macrobiótica.
Mario A Costa, Julio 1972, pág 36.

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