El consumo de leche limita la absorción de nutrientes, incluido el calcio, el magnesio y el zinc que necesitamos para formar nuestros huesos.
* La mayoría de las personas no tomarían leche si no estuvieran tan influenciadas por el mito de que la leche es esencial para los huesos.
* Se puede conseguir más calcio absorbible con de seis a ocho almendras o de una cucharadita de melaza que con un litro de leche de vaca.
* La leche de vaca contiene más fósforo que calcio. Para metabolizar tanto fósforo, el cuerpo necesita cantidades suplementarias de calcio, que tiene que extraer de los huesos, los dientes y los músculos. Esto provoca una deficiencia de calcio en esas partes del cuerpo.
* El consumo regular de leche y productos lácteos acidificaría la sangre y la mataría si el cuerpo no movilizara grandes cantidades de minerales para salvarse de la muerte ácida.
* El almacenamiento de cantidades excesivas de proteína láctea en los tejidos conectivos y en las membranas basales de los vasos capilares limita la transmisión de minerales y vitaminas esenciales a los tejidos del cuerpo.
* Las vacas conservan los huesos y los dientes fuertes y robustos durante toda la vida y sacan la mayor parte del calcio de las hierbas que comen.
* Beber leche entera regularmente puede agotar finalmente la capacidad del hígado para producir bilis, y beber leche desnatada empeora todavía más las cosas.
* Las hortalizas de hoja verde contienen cuatro veces más calcio que la leche entera. También hay mucho calcio en las almendras, la melaza negra, las semillas de sésamo, el brécol, las nueces de Brasil, el mijo, la avena y los cítricos.
* La osteoporosis y la osteoartritis son básicamente trastornos digestivos causados por una grave congestión y una dieta y un estilo de vida desequilibrados, pero casi nunca por una ingesta insuficiente de calcio.
Andreas Moritz
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