No se puede crear salud atacando a la enfermedad.
No se puede crear riqueza atacando a la pobreza.
No se puede erradicar el vicio castigando a los viciosos.
La mayor enfermedad de la comprensión se llama dualismo.
Dual, significa ver dos y no ver Uno.
Veo el comienzo y el final de mis vacaciones.
Quiero el comienzo pero no quiero el final.
Quiero el comienzo pero no puedo destruir el final de estos días tan esperados.
Es que nos han condicionado desde niños a que el mal debe ser suprimido, aniquilado, destruido, debe desaparecer para siempre.
Veíamos a nuestros super héroes como superman o batman cómo luchaban contra el mal y lo hacían explotar en mil fragmentos que desaparecían en la inmensidad del universo.
O terminator o cualquier otra clase de héroe que en su lucha contra el mal busca su completa y total aniquilación.
Entonces toda nuestra civilización occidental está impregnada de esta idea.
El mal debe ser suprimido.
Hay que temerle.
Hay que luchar contra el mal aún agotando todos los recursos y todas las energías.
Como cuando los estadounidenses consideraron que los malos eran los japoneses y los destruyeron con todas sus fuerzas llegando incluso a tirarles dos bombas atómicas.
Con el mal no se puede negociar.
Hay que destruirlo cueste lo que cueste.
Es el camino del héroe.
Es el camino de los buenos...
-Martín Macedo-
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