lunes, 28 de febrero de 2022

Todos somos gigantes dormidos

 El mes de febrero tiene 28 días.

Y hoy es el último día de febrero.
El 1º de febrero comenzó el año del tigre y para celebrarlo hice 1000 abdominales en mi rutina de entrenamiento matinal.
Año nuevo vida nueva, vamos a hacer algo diferente para tener un año mejor (Albert Einstein).
Hoy también hice 1000.....ya se generó un hábito.
En total fueron 28.000 abdominales en un mes.
Para ser más preciso fueron 28.560 porque cada día hice 1020 para evitar que por algún descuido en el conteo fueran menos.
¿Para qué publico esto?
¿Para que me aplaudan?
De ninguna forma...sólo deseo compartir mi experiencia con la gran voluntad.
Con la voluntad infinita.
Alguno dirá...qué voluntad de hierro tiene Martín!
Pero otros gimnastas hacen 2000 o 3000 por día.
¿Significa que ellos tienen más voluntad que yo?
En realidad nadie tiene voluntad, nadie tiene la vida, nadie tiene el amor.
El ego desea apropiarse de la voluntad y dice yo tengo la voluntad de hacer tantos ejercicios al día.
La voluntad infinita está ahí para servirnos.
Pero antes debemos asumir, creer que está a nuestro servicio.
Que sólo basta informarle a nuestro yo superior que deseamos disponer de ella para hacer tal o cual cosa grandiosa, magnífica, colosal.
Y cuando hagamos algo grande nuestro ego querrá atribuirse el mérito y reclamará aplausos y reconocimientos.
Incluso esperará medallas.
Yo creo en la vida infinita y también que todos estamos conectados por ésta.
Somos todos partes conectadas a esta corriente de poder absoluto como los dedos de la mano están conectados por la sangre.
Unos serán más largos, otros serán más cortos, otros serán más musculosos y otros menos....pero todos los dedos están conectados a la misma sangre y si ésta es fuerte la mano será fuerte.
Tal vez en febrero del 2023 suba a 2000 abdominales diarios y al cabo del mes habré hecho 56.000.
No hay límites para una mente que comprende que la voluntad infinita está en cada corazón latiendo en el Universo.
Pero si nos decimos que no tenemos voluntad durante años finalmente se creará una creencia que bloqueará el acceso.
No vale la pena transitar por rutas cortadas y con pasos de barrera.
Cuando cambian las creencias podemos despertar al gigante.
Todos somos gigantes dormidos.
La macrobiótica ayuda a este despertar.
Pero si nos limitamos a la gastronomía no podremos alcanzar nuestro mejor nivel.
Porque sólo una nueva mente puede acceder al poder infinito.
Y realizar las cosas más extraordinarias.
Porque somos infinitos y siempre se puede crear algo mejor, más bello, más poderoso y más saludable.
Pero los que viven según los dictados del ego creerán que algunas cosas son posibles y otras son imposibles.
Porque el ego detesta el infinito.
Y le teme.
Y ni siguiera lo nombra

-Martín Macedo-

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