Si no crees en ti.
Yo no creeré en ti.
Y nadie creerá en ti.
Entonces tus posibilidades de triunfar serán nulas.
La fe mueve montañas.
La credibilidad mantiene la estabilidad de las economías del mundo.
El presidente de un país está allí porque muchos creen en él.
Pero si mañana se descubre un escándalo en su vida personal, y se desacredita, bajará más rápido de lo que subió.
Porque ya nadie creerá en él.
Y limpiar su nombre puede llevarle muchos años.
Tantos que cuando la gente vuelva a creer en él o ella, será tan mayor que ya no tendrá fuerzas para intentar nuevamente llegar al poder.
La gente cree en Mercedes Benz y por eso paga más.
En Rolex o Levis o Nike.
La gente confía en estas marcas.
El mayor esfuerzo que las grandes marcas deben hacen se basa en ganar la confianza del público.
Y cuando la gente cree comienza su prosperidad.
Pero para que otros crean en ti.
Primero debes creer en ti.
No debes subir alto para que todos vean lo grande que eres.
Porque ya naciste grande.
Sólo debes asumir tu grandeza.
Recordar que eres grande.
Y que tienes una misión, para la que estás sobradamente dotado.
Sólo necesitas tomar conciencia de tu potencial.
Y comenzar un apasionado camino donde tu grandeza alcanzará tal brillo y esplendor.
Que dejará una profunda huella.
En el corazón de los hombres y las mujeres de este mundo.
-Martín Macedo-
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